“Oaxaca y la violencia magisterial”

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“Sólo los libros sacarán de la barbarie a este país”, dijo José Vasconcelos luego de que Álvaro Obregón lo colocase como Secretario de educación pública en el México post revolucionario de 1921 y que eso conllevase a una notable efervescencia pedagógica que transformaría a un país académicamente en el olvido en uno progresista y lleno de instituciones educativas que siguen vigentes hasta el día de hoy.

Hoy con todo y que el país cuenta con una Secretaría de educación en orden y con hermosos libros de texto gratuitos instituidos en 1959 por el entonces presidente Adolfo López Mateos, los maestros de algunas partes de México se han convertido en unos verdaderos Hombres de Neanderthal, en una barbarie emocional que mucho ha dañado la enseñanza del México moderno. Ha últimas horas y luego de los enfrentamientos en Nochixtlán, Oaxaca, se habla de toques de queda y ráfagas de armas de fuego.

Se habla de desapariciones de maestros y de elementos de la policía heridos. Se habla de reporteros burlados y líderes de gobiernos municipales retenidos. Se menciona a jóvenes preparando bombas caseras, padres de familia armados y a niños azuzando la arenga contra el gobierno imperante… hoy no son culpables los maestros ni los que están a la cabeza de un gobierno cuyos blasones se han ido percudiendo con el paso de los años, lo cierto es que ya hace años la equidad y la sensatez ha emigrado en la llamada Bestia hasta perderse en un horizonte incierto.

Es la intolerancia y la falta de justicia lo que ha convertido al país en tierra de nadie y de todos. En un territorio mordisqueado por el hambre de muchos y la codicia de unos pocos que se han ido enriqueciendo con las manos obreras. Ha sido ese juego de corrupción y de creación y modificación de leyes que bajo el título de “reformas” han convertido al territorio nacional en un mechero encendido desde Tijuana hasta Quintana Roo.

Desde hace tiempo los noticieros han expuesto una y otra vez la vergonzosa situación de muchos pueblos violados, heridos y humillados por la delincuencia y el desorden provocado por la ingobernabilidad. Han revelado por medio de videos, audios y fotografías una sangrienta y literal humillación contra pueblos cargados de historia y heroísmo. Hablamos de Michoacán, de Chiapas y a últimas horas, de Oaxaca.

Parece increíble que los bloqueos planeados por parte de la población y del CNTE, así como por personas haciéndose pasar por maestros, causaran desabasto y situaciones que pusieran en riesgo a personas inocentes. Lo más sorprendente es que con todo y eso busquen lo que tontamente llaman justicia hacia una causa que va contra la ley.

Son ya cientos de escenarios incómodos que han azotado a nuestra patria como para que hoy algunos maestros que no desean otra cosa que un bien personal boicoteen la educación de un modo por demás cobarde.

Bajo la bandera de que se lucha en contra de una reforma educativa que los perjudicará van pisoteando el derecho que muchos niños, jóvenes y profesionistas tienen por la educación.

Hoy en Oaxaca hay muertos y heridos y como dijo Osorio Chong, se buscará a los culpables de ambos lados, sin embargo y mientras tanto, van pasando los días, esos tiempos tan valiosos que no serán repuestos y en los que la enseñanza se ha ido quedando rezagada.

Son muchas las escuelas Normales que año con año gradúan con honores a jóvenes deseosos de entrar al mundo magisterial y enseñar lo más nuevo del aprendizaje y con métodos flamantes. Muchos de ellos hoy en día no tienen trabajo y mientras esto sucede, hay maestros que perdiendo el tiempo en asuntos que nada tienen que ver con la educación luchan contra ella.

Como toda empresa cuyos trabajadores no cumplen con el contrato laboral y son despedidos, sabia ha sido la determinación de la SEP de dar de baja a todos esos supuestos maestros que han dejado de ir a laborar por estar en las calles causando discordias y alborotos. No hay nada peor para un ser humano que el ser privado de algo que le es indispensable, que forma parte de su vida y que depende en cierto modo de tal objeto para el buen desarrollo de su existencia física, moral, cultural o espiritual.

Cuando se priva de tal o cual cosa por causas meramente naturales como un sismo, huracán o cualquier otra manifestación semejante, muchas veces lo tomamos con madurez y aunque nos duela lo atribuimos resignadamente “A la voluntad de Dios” y en ello nos consolamos… ¿pero qué sucede cuando somos cobardemente saqueados de un objeto de interés necesario y muy personal por causas nada naturales?, hablemos pues de la violencia o por mera voluntad humana… ¿Cuál es nuestra reacción? Más directamente ¿Cuál es nuestra reacción al ver que la educación de nuestros hijos está siendo obstaculizada por un grupo de personas?

Existen emblemas y costumbres en el mundo que distinguen el orgullo de una nación, ¿Qué tal las torres gemelas del World Trade Center en Estados Unidos? ¿Qué tal Pearl Harbor? ¿Qué de la Guelaguetza en Oaxaca? ¿Por qué ya no poder ser el turista nacional de antaño que podía ir por todo México sin miedo a la crimen?… en los dos primeros ejemplos el orgullo estadounidense fue tan sobajado que hicieron hasta lo imposible por cubrir con una cruenta venganza el dolor que les había dejado el ser humillados y ofendidos.

El que los maestros actúen de un modo vulgar ofende y humilla pues es en sus manos en quienes ponemos la educación de nuestros hijos. Desafortunadamente tanto los actos atroces contra las escuelas y los atracos a lo que llamamos patrimonios nacionales que contienen arte antiguo son cada vez mayores y alarmantes… somos pues humillados y ofendidos con estos hechos vandálicos… que no nos toquen lo que más amamos como lo es defender el derecho a la educación porque la sangre se enciende y los ánimos se caldean.

Aún y cuando el gobierno de la república siempre ha estado dispuesta al diálogo, los insurrectos se dieron el lujo de lanzar bombas molotov y herir a los soldados y gente inocente…. Es por ello que hoy por hoy el pueblo mexicano se siente abochornado a causa de supuestos maestros que ya deberían estar fuera del gremio. Del mismo modo ofendido por las horas muertas en las que los niños se dedican a todo menos a estudiar.

Hoy los mexicanos sólo deseamos que los culpables de los desmanes en Nochixtlán, Oaxaca sean juzgados con todo el peso de la ley y que claro, sea la ley justa y se dé al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Los valores morales, religiosos y culturales desafortunadamente van a la baja y muy poco parece importarnos los legados culturales y educativos que nos han dejado nuestros antepasados; en poco tomamos las enseñanzas de nuestros padres y los deseos de Dios para ser mejores personas.

Creo que existe algo que debemos entender, y eso es el que en ocasiones merecemos ser humillados y ofendidos lo suficiente como para poder valorar lo bueno que tenemos y protegerlo… soy el Markes, su más ferviente escribano y yo le digo al igual que José Vasconcelos, Sólo los libros sacarán de la brutalidad, de la incultura a este país que nos ha dado tanto. Usted que ahora lee no sea parte de ese grupo que humilla y ofende, busque ser una persona de la que siempre se hable bien por el bien personal, de la comunidad y de la patria…adieu.