La pluma profana de El Markés

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“Karma o castigo divino”

¿Les suena esta frase?:

“Nos querían extinguir, no podían detenernos y con la ayuda de ustedes ganamos. Así fue como ganamos en muchas partes del estado, todos los que ganamos el primero de julio del 2018, porque yo gané, me la robaron, pero los castigó Dios”. 

Tal vez sí, tal vez no, pero lo que sí es verdad es que derivado de la muerte de uno de los actores políticos más conocidos en los últimos tiempos, esta frase se ha repetido y repetido por muchas veces en los noticieros en las últimas horas. Obviamente hablamos de Miguel Barboza Huerta, el gobernador poblano que llegó a la gubernatura por voluntad de Dios y por haber castigado, muy al estilo crónicas de la Biblia, a quienes se atrevieron a desafiarlo, derribando el helicóptero en el que viajaban.

La muerte de Martha Erika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle fue todo un suceso que colocó a Miguel Barboza como la pieza que se necesitaba para completar la cuadrilla de gobierno en Puebla. Claro, el hombre no lo vio como una simple casualidad, sino como una causalidad provocada por el mal comportamiento de los difuntos al intentar, según él, robarle la gubernatura.

“Los castigó Dios” expuso descaradamente Barboza cuando en pleno evento político se dejó llevar por la emoción y el orgullo de ser tomado como gobernador del estado de Puebla de los Ángeles. A causa de tal deceso ya mencionado, Barboza fue colocado en su lugar y de ahí en adelante una y otra vez anunciaba cada que podía que la elegida gobernadora le había robado a la mala el codiciado puesto… por ello, al saberse que la nave en la que la dama acompañada de su esposo se había derrumbado y ambos perecido, el corazón del hombre se hinchó de tanta emoción que supo al momento de la noticia que no tenía pierde, que nadie sino él sería el sucesor. Casi podríamos jurar que alzó la vista al cielo y sin ánimo de misericordia ni piedad por los familiares dolidos, el malvado simplemente alzó un “¡Gracias, Dios!”… pero como dicen muchos en las redes sociales y también en las Sagradas Escrituras, los tiempos de Dios son tan perfectos y aquí un claro ejemplo.

La trayectoria política de este hombrecito que causaba más polémicas que progreso en el estado, estuvo tapizada de escándalos. Los hubo desde denuncias en su contra por enriquecimiento ilícito, mucha corrupción y otros degeneres. Con todo y los muchos intentos por eliminarlo del camino político, Barboza vivió hasta pasados los sesenta años, sin una pierna extirpada a causa de su avanzada diabetes y claro, atentados contra su debilitada condición de salud cuando en más de una ocasión los opositores pensaron en ponerle miel en sus alimentos para provocarle un coma diabético.

Miguel Barboza fue un hombre políticamente poderoso y con mucha influencia en las esferas de la corrupción. Existían tantas evidencias en su contra, pero ninguna lograba progresar, por ello, cuando sus opositores en la gubernatura se desplomaron, el hombrecito dedujo que el dios de los cielos y de la tierra, el ser más omnipotente del universo, simplemente estaba de su lado.

Dicen los cristianos que Dios nunca será burlado, y ya lo creemos así pues, justamente la ruta que siguiera Moreno Valle y su esposa después de su accidente y rumbo al hospital, fue la misma ruta que Miguel Barboza siguiera. Pero siguiendo esa misma ruta de esos a los que atacó cobardemente después de su muerte, jactándose de ser más fuerte y ser el elegido pese a la sangre derramada, el hombre murió en el camino y rodeado de desconocidos. No hubo mas nadie acompañándolo en esa senda de muerte al hospital, solo enfermeros que lo trataron como a cualquier otro. Entonces Barboza, víctima del sabio castigo divino y al mismo tiempo del karma, quedó ahí, como cualquier otro que se creyó poderoso cuando no era más que un simple mortal creyéndose dios.

Ya lo dijo un buen amigo mío, el karma no es en sí una venganza, es un reflejo de lo que hiciste… ¿lastimaste a alguien? Prepárate para que la vida te lastime el doble… y miren nada más, no sabemos si el destino, dios o el karma castigó al doble o al triple el último tramo de la vida de este politiquito poblano, pero es lo bastante curioso y al mismo tiempo morboso imaginar ese final de película luego de que dentro de su corazón se gozara de que unos hijos se quedaran sin padres y un pueblo sin gobernadora; y es que queramos o no, el pueblo la había elegido a ella por decisión unánime, en la urnas, porque se lo había ganado. Barboza había quedado fuera simplemente porque no se le requería y mucho menos deseaba dentro de las nuevas decisiones para Puebla.

No tentemos a dios ni le pongamos milagritos que él jamás se atrevería realizar, porque si lo hacemos podríamos volvernos famosos como los más atrevidos estúpidos de la historia. Adieu.

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