Guadalajara perdió la paz

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Omar Bravo debe afinar la puntería (Foto: Agencia)

Guadalajara es un polvorín. Ante las cámaras, frente a los micrófonos, en presencia de las grabadoras, el discurso habla de unión, tranquilidad y confianza. Pero al interior del club, la cosa es distinta. Los malos resultados desatan crisis hasta en los equipos más pacientes.

Chivas ha perdido la paz… y este domingo le urge un triunfo para recuperarla.

Xolos de Tijuana es el rival al que enfrentará en el Estadio Omnilife, a partir de las 17:00 horas, para cerrar la octava jornada del Torneo Clausura 2016. El Rebaño Sagrado no conoce hasta ahora la victoria. De ahí que la presión sea cada vez más difícil de manejar. Apenas 5 puntos de 21 disputados: pobre cosecha para un equipo que arrastra su grandeza histórica semana tras semana.

Los conflictos se pueden apreciar por todos lados. El vestidor tiene sus propios problemas. El técnico Matías Almeyda intercede en busca de mantener la unidad. No es sencillo. Por ello, el capitán, líder y máximo anotador en la historia del equipo, Omar Bravo, señalaba apenas días atrás que no necesariamente todos tienen que llevarse “poca madre” en el grupo. De hecho, no lo hacen.

Hay futbolistas que son mal vistos por el resto de sus compañeros debido a su actitud. Ya sea porque tienen la mente puesta en otro lado, al escuchar el “canto de las sirenas”, que en este deporte cobran forma de promotores que venden ideas de grandeza en Europa o porque llevan una atribulada vida nocturna… o por las dos anteriores.

Eso, por supuesto, existe en casi cualquier equipo. Pero cuando los triunfos acompañan el día a día de un grupo, esos defectos se matizan. Se esconden, incluso. Nadie los toma en cuenta. Sin embargo, en época de crisis… Por ello, al Guadalajara le urge una victoria.