NUEVO LAREDO.-Siguiendo el llamado del Papa Francisco de no esparcir las cenizas de los difuntos, sacerdotes católicos de la ciudad piden tomar conciencia para darle un lugar digno a los seres queridos que han fallecido.
“El Santo Padre nos exhorta para que no reguemos esos restos en la playa, en la calle, en el río, donde sea. La invitación es que sólo en casos muy especiales permanecieran en un lugar fuera de una cripta, de un nicho, un panteón, de alguna capilla digna”, comentó Rogelio Lozano, párroco de la Catedral del Espíritu Santo.
De acuerdo con un nuevo documento aprobado por el Papa Francisco, la Iglesia católica prohíbe esparcir las cenizas de los difuntos y también que sean conservadas en casa, esto debido a las nuevas prácticas tanto de sepultura como de cremación consideradas en desacuerdo con la fe de la iglesia.
“Uno de los argumentos que pone el Santo Padre es que cuando nosotros regamos las cenizas de un ser querido, no sabemos dónde quedaron. El objetivo del Papa es tener un lugar de referencia de dónde están esos restos de nuestros seres queridos.
“Y dos, tener un lugar a dónde ir a rezar, pedir por esas personas que ya han pasado a mejor vida. Recordemos que para nosotros la vida se transforma, no se acaba.
“Hay que ponerlos en un lugar santo, sagrado, en un lugar digno como puede ser en una gaveta, en un panteón, un nicho, o una cripta”, expresó el sacerdote.
El documento del Papa Francisco fue publicado el lunes, y explica que aunque la Iglesia continúa prefiriendo la sepultura de los cuerpos, también acepta la cremación, sin embargo, se prohíbe el hecho de esparcir las cenizas, ya que lo que buscan principalmente es que los familiares no dispersen de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o bien la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos.
Para la Iglesia, la conservación de las cenizas de un ser querido deben colocarse en un lugar sagrado ya que esto ayuda a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana con esto se evita la posibilidad del olvido, la falta de respeto y malos tratos, es por ello, que se pide y se exhorta a que las cenizas de los fieles difuntos, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, tales como en el cementerio o en una iglesia o bien solamente en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.
El párroco de la Catedral del Espíritu informó que actualmente la Catedral Espíritu Santo cuenta con una área privada en donde se tienen mil 500 aproximadamente, de las cuales la mitad ya están cubiertas.
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