“Gina Domínguez y la caída de la Mujer tarabilla”

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Por algunos años Gina Domínguez se convirtió en la chica Marvel de la política veracruzana. Sus maneras de defender lo propio, a los suyos y a lo que sería en el devenir de los tiempos de su propiedad, la hicieron el mejor clon de la más hermosa de las heroínas del cómic estadounidense, a decir, la Mujer maravilla.

Con el protagónico en mano y con su mote de Vicepresidenta durante el régimen de Javier Duarte, dio todo por el todo en su afán de mantener incólume la imagen del gobierno opresor del ahora presidiario exgobernador.

Carecía a ojos vistos de la belleza incomparable de Linda Carter, pero poseía las aptitudes básicas para cuidar como toda una guerrera lo que se le había comisionado. Como experta periodista que buscaba la noticia hasta encontrarla, su lengua era un músculo obstinado cuyos tentáculos devoraban a cualesquiera que fuera su interlocutor. No aceptaba un no a sus peticiones de entrevistas y cercaba por todos lados a su víctima hasta lograr sus propósitos. Como toda una tarabilla en potencia logró cautivar a un Javier Duarte sediento de personas que como él, sólo buscaban trepar hasta posesionarse de sitios de importancia pública.

De digna reportera y corresponsal de noticias pasó a ser en muy corto tiempo una textoservidora al servicio de un imperio olmeca protegido por la inmundicia de un gobierno que como dijeraShakira, no fue otra cosa que bruto, ciego, sordomudo, torpe traste y testarudo.

Dicen que las expresiones de nuestro rostro y cuerpo develan lo que somos, nada más atinado cuando el de la Vicepresidenta sólo enunciaba un alto grado de criminalidad, vanidad, orgullo y resistencia a aceptar que las últimas actuaciones de su vida habían sido contra su gremio, contra su gente y contra la dignidad humana. Su entrecejo caído siempre causó temor en los trabajadores a su mando. Sus ademanes exagerados cuando se encolerizaba, su andar presuroso, su voz grave y elevada, su estatura juarista pero porte napoleónico y mirada de serpiente ponían en tribulación a más de uno.

Durante su comisióncomo coordinadora general de comunicación social se convirtió en uno de los peores seres humanos que el mundo haya parido en los últimos años, pero eso sí, en su llamamiento y como toda una Mujer Tarabilla,sus amplios brazaletes griegos se encargaron a la perfección de mantener a buen resguardo la efigie de quien la había sacado de miserable para convertirla en pocos meses en acaudalada empresaria.

La también textoservidora en su afán de codicia no le importó dar de bofetadas al gremio periodístico de donde había surgido al grado de humillarlos y ponerlos en un plano de “molestos” y “peligrosos para el gobierno”. Esta mujer del cómic mexicano y su lazo brillante, elástico y bien maniobrado, ataba a sus incómodos colegas haciéndolos desparecer con sus artimañas.

Su poderoso escudo tenía tanta potencia que toda afirmación burda, grosera y punzante que atentara contra la obesidad gubernamental, era rechazada de modo contundente al grado de que muy poca información real llegaba a oídos de la población.Con báculo de poder, decía lo qué no y lo que sí debería decirse de su amante político, Javier Duarte.Cuan largo es el Estado de Veracruz, los titulares los titulares solo evidenciaban noticias positivas, obras y más obras, giras de trabajo, discursos, firmas a favor del medio ambiente y contra la hambruna. Obsequiaba cordialmente costales y costales de semilla a los pueblos menos favorecidos y se le veía simulando ser todo un auxiliador en desastres naturales. Gracias a esta ex vocera de un implacable y miserable imperio olmeca veracruzano, Duarte se mantuvo por mucho tiempo en un pedestal político envidiable.

Cuando la prostituta de las letras veracruzanas se dio por enterada de que los palpos de la justicia empezaban a deslizarse por las paredes de su vida, comenzó a maquinar lo que podría ser, en el peor de los casos, su huida del país. Emprendió la tarea de anunciar la venta de algunas de sus propiedades, la mayoría de ellas departamentos y hermosas construcciones valuadas en muchos miles de pesos… y es que esta dama de la corrupción, en su llamamiento como vocera del alevoso Javier Duarte, pasó de ser dueña en tan sólo 39 meses, de una de las haciendas más bellas de Xico, un bendecido municipio de Veracruz; hablo de La hacienda San Bartolo, ubicada en el camino a la casada de Texolo; tres casas campestres en Zoncuantla, sobre la carretera Xalapa-Coatepec; un penthouse en la Torre Pelícano, en Boca del Río y una mega vivienda en Xalapa. Todo esto sin contar las empresas a su nombre, editoriales y medios de comunicación.

Fue un sábado 20 de cualquier mes cuando la empoderada veracruzana cayó definitivamente del agrado de los dioses cuando salía de su oficina en calle Orizaba en la capital del Estado, Xalapa. Sería casi la media noche cuando sin esperarlo la justicia le cayó encima y tras breves jaloneos y expresiones de “No saben quién soy” y “Se arrepentirán de todo esto”, clásicas expresiones de quienes son tomados cautivos y ven con horror que su destino está echado, la mujer fue tomada prisionera para dar inicio con un penoso proceso por amasar una cuantiosa fortuna muy difícil de justificar, incumplimiento de un deber legal, asociación para cometer un ilícito,desfalco, desvío de recursos y tráfico de influencias.

Ahora que se ha tenido la oportunidad de asomarse a la cloaca que fue ese sucio gobierno, el mundo se ha enterado que muchos periodistas en su trabajo de columnistas, reporteros o caricaturistas, fueron desaparecidos, vetados, eliminados, despedidos y hasta asesinados.

La fuerza de la WonderWoman  fue en declive cuando sus ahora ex colegas y también ex amigos de la prensa encabezados entre otros por RubénEspinosa, comenzaron a debilitar ese grueso escudo de la protección duartista. Antes de caer y como todo buen final de una proyección nominada al Oscar, la heroína estuvo de acuerdo con que su protegido solicitara fuero y huyera en lo que ella mantenía esa resistencia… ¡¡¡soberbio!!!… bueno, aunque la premiación y entrega de la estatuilla nunca llegó pues tras ser detenido el cabecilla en Guatemala y en Xalapa la heroína, todo el show se suspendió.

Cuánta razón hay en la aseveración de que no existe peor despotismo que el ejercido a la sombra de las leyes y que tienen apariencia de Justicia… el telón no se ha cerrado, la revancha de la injusticia bien puede darnos una sorpresa y la saga en cines bien podría continuar… Adieu.

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