TAMPICO.- Con las aportaciones de los padres de familia de los alumnos, cuota o también llamada inscripción, es como las autoridades educativas van a poder rescatar las escuelas, argumentando que no tienen otra opción y así se lo hacen saber a los padres de familia al inscribir a los estudiantes.
No es una aportación considerada por un reglamento o una ley, pero sí es un acuerdo de cada institución educativa, y son los papás los que definen de cuánto será la aportación, la cual va de 400, 500, 600, 700, 800 o hasta los mil pesos.
En una escuela ubicada en el puerto, hay una manta que dice “La escuela es gratuita, pero el mantenimiento de los planteles educativos no”, el cual es firmado por la Asociación de los Padres de Familia del mismo plantel.
Son los papás, los maestros y los directivos los que van a sacar adelante a los planteles luego del regreso a clases de forma presencial después de la pandemia, es la única opción ante la falta de recursos federales y estatales, los cuales han sido nulos durante los últimos dos años y medio.
El próximo lunes será el regreso a clases, el cual será presencial; y sin embargo, la infraestructura que ha sido afectada durante los últimos dos años tendrá que esperar en cuanto a su reparación.
Bardas, cuarteaduras de aulas, problemas con los transformadores que dificultan tener energía eléctrica, impermeabilización, equipos de cómputo, mobiliario, entre otras, son las necesidades que hoy enfrenta la escuela pública.
Lo que sí se condena de parte de las autoridades educativas, es que ningún plantel debe de condicionar el estudio de los menores de edad por no pagar el recurso de las cuotas escolares.
Por otra parte, los padres de familia han acudido a algunos locales a comprar uniformes, pero se encuentran con la sorpresa de que no hay en disposición, así que les dicen que tienen que volver en un mes y medio aproximadamente.
Se ha vuelto común que los papás tengan dificultades para obtener los uniformes de escuelas públicas, ya que la respuesta de los responsables de las tiendas es que no tienen porque el proveedor tiene problemas.
El empresario Onésimo Molina, que desde hace años se dedica a la venta de uniformes, indicó que uno de los principales proveedores de tela cerraron y eso ha ocasionado algunos problemas, por eso no hay uniformes.
Reconoció que los papás han tenido que recorrer dos o más tiendas en busca del uniforme que sus hijos necesitan para el próximo lunes, pero como no encontraron optaron por adquirir camisas blancas.
Hoy la venta de uniformes, a una semana de las clases, aumentó hasta 300%, refirió el empresario tampiqueño, pero aún así se espera el tope durante el siguiente fin de semana ya que normalmente se deja todo para el último.
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