Le ponen precio al sufrimiento en “Lobos por corderos”

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En la obra, se narra cómo la directora Bárbara Moretti debe reunirse con los padres de algunos estudiantes, quienes desafortunadamente han perdido la vida en un accidente del autobús escolar. (Youtube: Noti teatro)

CDMX.- El dinero no compra la felicidad pero, ¿borra la tristeza? “Lobos por corderos” plantea una problemática poco convencional en la que las emociones y el dinero se vuelven los protagonistas; esto pasa los miércoles en el Teatro Milán del Foro Lucerna hasta el 24 de agosto en esta segunda temporada que acaba de cumplir su primer aniversario.

En la obra, se narra cómo la directora Bárbara Moretti debe reunirse con los padres de algunos estudiantes, quienes desafortunadamente han perdido la vida en un accidente del autobús escolar.

Más allá de expresar sus condolencias, Moretti tiene la intención de ofrecerles una nada despreciable suma de dinero que asciende a un millón de dólares a manera de compensación.

Esta singular directora es interpretada por la multifacética Mónica Huarte, quien, en entrevista, expresa lo que este papel significa, el trabajo que ha logrado con sus compañeros de reparto y lo que viene después.

“Fue todo un reto. Reynolds —el director— me habló y me dijo: te quiero ofrecer un personaje que es algo que seguramente nunca te han ofrecido. Cuando lo leí no paraba de llorar porque es una obra muy dolorosa. Conforme fueron pasando los ensayos fui lindo ver todo el proceso. A un personaje no lo puedes juzgar y tuve que deshacerme de un prejuicio que tenía contra éste que me tocó; abrazarla, encarnarla y entenderla ha sido un viaje maravilloso como actriz que me ha sacado de mi zona de confort” expresa.

En la obra, dirigida por Reynolds Robledo, Mónica comparte créditos con histriones como Alejandro de la Madrid, Fernanda Borches y Mariana Garza, y son ellos quienes dan vida a los afligidos padres que deben decidir entre la disyuntiva del dolor y el beneficio. Sobre su relación, la actriz comparte que la química ha sido perfecta, lo que ha ayudado a dar de sí en escena.

“Es de los grupos más amorosos con los que yo he estado en teatro. Creo que la obra es tan dolorosa que hemos encontrado mucho humor entre nosotros y mucho cariño”.

“Esta propuesta te hace un cuestionamiento moral y ético de ¿tú qué harías en una situación así? Se arman polémicas a la hora de salir del teatro. Son personajes muy complejos, todos parecen ser una cosa y resulta que son lo contrario, todos tienen un disfraz de lobo y son corderos o al revés. Es muy sorprendente porque a veces odias a uno y luego te das cuenta que es bueno o que otro tiene un secreto”.

Sobre las similitudes que Huarte encuentra con su personaje, tan cargado de drama y una faceta diferente a la comedia, la cual tiene dominada, encontrar este comparativo ha sido un trabajo a fondo.

“Para empezar, yo no creo que ella sea la villana. Algo con lo que me identifico es esta necesidad de querer hacer las cosas bien y tratar de ser políticamente correcta, a veces yo actúo así. También en que tapa el dolor, ella está viviendo una cosa fuerte, ella vivió la muerte de sus niños, que eran sus alumnos, y como que trata que todo esté bien, y a veces hago eso, creo que todos los hacemos”, destaca Huarte.