ESTADO DE MÉXICO.- Familiares de Marcos Uriel, derechohabiente del IMSS atendido en la Clínica 71 de esta localidad, denunciaron negligencia del personal médico, pues ingresó por un dolor estomacal, pero los médicos le diagnosticaron Covid-19 y lo mandaron a confinar, cuando en realidad tenía apendicitis.
De acuerdo con los familiares, la presunta cadena de negligencias inició el 7 de noviembre cuando Marcos Uriel Hernández Lugo, de 25 años, acudió a la clínica ubicada en el Barrio Santiaguito debido a un fuerte dolor en el estómago.
Ese día, los médicos le dijeron que se trataba de Covid-19 y lo mandaron a resguardarse a su casa con algunos medicamentos para la calentura, pero el malestar no cesaba y su familia lo internó en una clínica particular en Valle de Chalco, donde residen.
En ese lugar, además de descartar coronavirus, los estudios arrojaron que el apéndice ya se le había reventado y le estaba dañando el hígado. Nuevamente, la familia llevó al joven al IMSS el 16 de noviembre, donde, pese a su condición, lo tuvieron esperando un día y medio sentado en una silla de metal hasta que le dieron una cama.
“Los médicos tuvieron la culpa desde el principio porque lo mandaron a resguardar porque pensaron que tenía Covid”, señaló Areli, hermana del paciente.
En el hospital le practicaron una colostomía, en la que le extrajeron parte de los intestinos, delgado y grueso, pero los familiares cuestionaron que el médico encargado de la operación fuera un cirujano general y no un gastroenterólogo, y por eso le aseguran que la intervención se complicó, pues después de cuatro días de haber sido dado de alta, nuevamente lo ingresaron.
“Fue hasta el domingo pasado que nos dijeron que necesitaban trasladarlo a un hospital de tercer nivel, pero nos dijeron que no hay ningún hospital disponible y nosotros preguntamos en el de La Raza y en Centro Médico y nos dijeron que sí, pero aquí parece que lo quieren dejar morir, mi hermano tiene sus órganos expuestos, está intubado y no está sedado correctamente”, aseguró la familiar.
Luego de exigirles a los directivos médicos y hacer algunas publicaciones en redes sociales, finalmente el paciente fue llevado a un hospital en Tecámac, donde la familia espera que se recupere el tiempo perdido por las presuntas negligencias.
(EL UNIVERSAL)
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