“Él se enamoró y me dejó”, Julieta Venegas recuerda cuando su exmarido la cambió por otra relación

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CD. DE MÉXICO.- La cantante Julieta Venegas recordó cómo fue su experiencia de matrimonio con el músico chileno Álvaro Henríquez, con quien contrajo matrimonio en el año de 1998, tres años después de que ella lanzara su primer material discográfico.

“Lo conocí porque es músico, él vivió siempre en Chile y yo siempre en México, nos casamos, pero cada quién viviendo en su país”, señaló la intérprete durante la entrevista que le realizó Yordi Rosado.

Aunque ambos artistas vivían a kilómetros de distancia, eso no fue impedimento para que los dos dijeran “sí acepto”, en su boda, pues el tema de dónde iban a vivir -dijeron en su momento- lo definirían después, recordó la vocalista.

“Nos casamos y luego resolvemos el tema de dónde vamos a vivir y nadie se mudó nunca de su país, nunca se resolvió y nos separamos más o menos rápido”, explicó la cantautora.

“Él me escribió una canción súper bonita, muy romántica que se llamaba ‘No me falles’, que es hermosa y en el videoclip que se hizo de esa canción salió una actriz de quien después él se enamoró y me dejó por esa actriz”, compartió.

Actualmente, Venegas recuerda esa experiencia como “chistosa”, pues no guarda ningún resentimiento hacía al cantante a quien dijo adorar, pero en su momento reconoció que sí fue doloroso, a pesar de que, desde un inicio, se prevía que la relación de disolvería por la distancia geográfica.

“Me encantan las vueltas (de la vida), eventualmente iba a pasar lo que pasó, pero fue muy chistoso porque fue justamente el videoclip de la canción que me escribió”, dijo.

Se siente más cercana con las canciones en español

Durante esta charla, Julieta Venegas compartió diferentes momentos de su vida para entender cómo nació la artista que hoy el público conoce que ya ganó 10 Grammy Latinos, dos Grammy Internacionales y muchos premios más, además de que es embajadora de la UNICEF.

La compositora compartió que aprendió inglés gracias a la televisión, pues nunca estudió el idioma inglés como tal y no ha escrito canciones para ella en ese idioma.

“Yo siempre me he sentido emocionalmente más cerca del español, alguna vez me invitaron a ser letrista de un musical que sucedía en la frontera, así que había canciones en inglés y español, en ese momento pensé ‘qué loco sí puedo’ (hacer temas en inglés)”, expresó.

¿Cómo es de mamá?

La cantante, además, confesó que no se considera una mamá muy estricta, aunque sí le parece importante la disciplina para la educación efectiva de los hijos, pues le gusta que su hija se sienta consentida, pero siempre con límites, ya que no le agrada que diga groserías, ni que hable feo,

“Soy de buen humor por la mañana pongo música, soy feliz, después de un café se resuelve el mundo. Si voy a una fiesta la paso bomba, pero no soy la más nocturna”, reconoció.

De muy pequeña edad tomó clases de baile, pintura, cocina y natación y a los 12 años declaró que quería dedicarse a la música clásica, quería dirigir una orquesta e ir a un conservatorio.

“Era pésima bailando, un día la maestra me dice ‘-¿Tú qué haces aquí?´ En la clase de pintura yo era un desastre, no era muy buena que digamos, me quedé en piano y baile”.

La primera banda con la que tocó fue en el año 1987 y le dedicó su primer disco a su maestra de piano, Margarita, pues es una persona que le marcó mucho en su vida.

Hubo un momento en que el papá de Julieta les quitó la televisión de la casa, lo cual al principio fue un problema para ella, pero eso la impulsó para que se convirtiera en compositora y hoy en día no ve la pantalla chica, excepto cuando está con su hija.

“En la escuela, la conversación era de lo que habían visto en la tele y nosotros ni idea, ese aspecto de nuestra vida fue un poco afectada, nuestras conversaciones se vieron truncadas”, estimó.

“Mi papá era muy estricto, era difícil acercarse a él, siempre ha sido muy trabajador, él ama los eventos, las bodas, es súper sociable, carismático; cuando me fui a vivir al DF quería separarme de lo que sentía que me imponía, cuando me fui sufrió mucho, tenía miedo de que me fuera y de que me fuera por las drogas”.

“Cuando quedé embarazada aprendí a cantar”

Julieta siempre tuvo claro que lo suyo era la música y platicó cuando estuvo en los grupos Chantaje y Tijuana no!, en este último durante seis meses.

“Sabía que necesitaba ir por otro lado, los amo, son mis amigos, me costó irme de la banda, pero a la vez algo me decía por aquí no es. A mí siempre me gustó leer, yo siento que mi amor por la lectura también influyó mucho que me volviera compositora.

“No empecé a cantar por tener una voz maravillosa que el mundo tiene que descubrir, yo era de: quiero escribir, me tomó muchos años sentirme cantante, incluso siendo profesional, dedicándome a la música, ya sacando discos, incluso estando de gira, yo sufría de mi voz porque no sabía matizar, siempre se me iba a los gritos, cuando quedé embarazada aprendí a cantar”, consideró.
Su vida siendo gemela

También compartió como es vivir siendo gemela, cuando era pequeña le pusieron en la muñeca un listón para identificarla de su hermana Yvonne, quien hoy en día es fotógrafa; hasta que fueron creciendo -recordó- su madre y padre fueron identificando las señas particulares que tenía cada quién para diferenciarlas.

“Yvonne era toda simpática, linda, papá decía: ¿Por qué no son más como ella? Ella llora más que yo, me cuesta trabajo llorar”, dijo y de inmediato Yordi le respondió entre risas, estás en el lugar indicado.

Las dos hermanas tienen muchas cosas en común, aunque estar lejos, señaló Julieta, no ha sido fácil para la comunicación cotidiana.

Recordó un momento divertido cuando Yvonne se hizo pasar por Julieta en una exposición en el Museo Tamayo en donde las filas eran enormes y por pensar que era la cantante la dejaron pasar primero.

“Ella fue haciéndose pasar por mí, ese es un ejemplo de cómo una sabe tomar ventaja de algo que la otra no sabe”, mencionó.

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