Si alguna vez has notado en tu cuerpo o la espalda de alguien más un lunar rojo y te preocupa su aparición; lo primero que tienes que saber es que no son peligrosos, pero que no es normal que salgan, la razón podría estar en tus hábitos de salud.
El lunar rojo como comúnmente se le llama tiene un nombre científico, es Nevus Rubi,pero también se le suele llamar Angioma o Nevus cherry, regularmente aparecen o son más notorios en la piel muy blanca. Si apareció uno recientemente en tu cuerpo es un motivo para visitar a tu médico, ya que podrías estar sufriendo una alteración en tu organismo.
Los expertos de la salud asocian su aparición con problemas hepáticos, es decir, desorden en el funcionamiento de tu hígado, pregúntate si estás bebiendo demasiados líquidos azucarados como refrescos, comiendo demasiado grasoso o tal vez le estés entrando duro a la cerveza.
Lo importante es evitar el acumulamiento de demasiadas toxinas en nuestro intestino o en el hígado.
Por lo regular las medidas de los lunares es de 1 a 4 milímetros, pero pudieran aparecer varios en la misma zona, las más comunes son, la espalda, las axilas, en el pecho, las piernas, brazos y las zonas genitales.
Si aparecieron en tu cara o zonas expuesta al sol, como manos y cuello podría ser por que te pasaste en asolearte y tu cuerpo lo ha resentido, recuerdo que siempre, aún en días nublados es indispensable usar bloqueador solar.
Si los lunares que aparecieron tiene formas irregulares tienes un motivo para visitar a tu dermatólogo de inmediato, todos los lunares, rojos o no, si su forma no es simétrica o redonda necesitan atención, más si la textura es rugosa e inflamada. Si tu lunar mide más de 6 milímetros no lo dejes pasar y préstale atención.
Pon atención a su color, si comenzó luciendo un tono rojo vivo y después su color se fue tornando más oscuro necesitas que un médico lo revise, más si de repente aparecieron en el área del tórax más de tres de un día para otro.
Recuerda que para liberar el exceso de toxinas es importante hacer ejercicio y comer adecuadamente, beber cuando menos dos litros de agua al día. La rutina puede ser muy simple, si no acostumbras hacer ejercicio puedes comenzar caminando, una rutina de 30 minutos acompañada de una dieta baja en grasas y si es posible eliminando los platillos fritos, en un par de días podrás sentir la diferencia. Beber jugos de frutas también ayudará.
El de zanahoria es ideal por su alto contenido de beta caroteno que ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
También podrías añadir a tu dieta suplementos que te ayuden con el buen funcionamiento de tu sistema, por ejemplo, el alga espirulina, que es perfecta para absorber las toxinas que se encuentran en el intestino.
Los lunares también podrían aparecer por otros motivos, uno de ellos es la dilatación de los vasos sanguineos situados en la dermis, pero sin duda, para tener un evaluación apropiada tienes que acudir a tu médico cuando aparezcan más de tres, con mayor motivo si están muy inflamados y sensibles al tacto.
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