GUADALAJARA, Jal.- La cultura debe tener un discurso agresivo frente al poder político, dice Darío Lopérfido, ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, director Artístico del Teatro Colón, y quien también funge como director de la Ópera Latinoamérica (OLA).

Establecida en 2007, la OLA congrega a la red de teatros dedicados al arte lírico en América Latina, de la que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) forma parte.

En el marco de la Feria Internacional de la Música (FIMPRO) en Guadalajara, Lopérfido dijo que su premisa es que el aislamiento no es bueno para el emprendimiento ni hace a la cultura y la promoción de la lírica operística accesible a todos los públicos.

“A un país le suma mucho tener redes culturales. No somos gente que pide dinero, nosotros contribuimos al proceso educativo, además generamos riqueza desde la persona que canta hasta el músico que cobra sueldos, el taxista que está esperando a que termine o el restaurante que está lleno el día que hay espectáculo. Formamos parte del producto bruto de nuestros países”, expresó al destacar la importancia del arte en la política pública y educativa.

La directora ejecutiva de OLA, Alejandra Martí, opinó: “Si no hay demanda, los géneros tienden a decaer. En Latinoamérica hay teatros tan antiguos como algunos en Europa y es una vitrina de los países desarrollados que normalmente no es considerada en el nivel de la política pública porque al otorgar los presupuestos (de gobierno) siempre sufre la cultura”.

Ambos coincidieron que las inversiones y el turismo también se consiguen por medio de los espectáculos y, en este caso, la ópera.

“No tenemos que seguir escuchando a los políticos quejarse de invertir en la cultura. La ventaja es que en nuestra experiencia el trabajo en red mejora cualitativamente la producción y la búsqueda del talento local. Está bien que piensen en el precio del petróleo, pero sumen el dinero de los impuestos que genera este sector. Yo los desafío a que hagan una investigación en México y les sorprendería lo que implica para generación de recursos para el Estado”, expuso Lopérfido.

Gracias a sus coproducciones han logrado achicar costos y explotar el talento de diferentes países; es por ello que con Mahagonny Songspiel pudieron dividir la producción entre Santiago, Bogotá y Argentina. “Se multiplica el público y se gasta menos, las entradas son más baratas y puede acceder más cantidad de público.

En este marco, durante el “VIII Encuentro de Ópera Latinoamericana. Nuevas audiencias, nuevos modelos de negocio: grandes desafíos de los teatros en el siglo XXI”, que inició este viernes en la Ciudad de México, el subdirector del INBA, Sergio Ramírez, dijo que la Ópera de Bellas Artes entrará a la OLA con el interés de coproducir con los teatros que forman parte de esa organización, así como para exportar producciones nacionales como “Muerte en Venecia”.

El funcionario indicó que el INBA ya trabaja en un proyecto que les permitirá comprometerse a hacer varias coproducciones con dos o tres años de antelación.