TAMPICO.- Hace medio siglo que comenzaron a registrarse los avistamientos de Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) en la zona sur de Tamaulipas, justamente en agosto del año 1967, mismo tiempo en el que la región no ha sido impactada de frente por un ciclón o huracán.
Mucho se dice que la costa sur de la entidad, en su límite con Veracruz, es sitio donde se instala una base de extraterrestres, en el lecho marino del Golfo de México y a unas cuantas millas náuticas de las escolleras de la playa de Miramar, donde las ondas electromagnéticas que emana aleja a los meteoros.
La historia, que hoy es una arraigada leyenda urbana que ha traspasado fronteras, comenzó a contarse en las páginas de El Sol de Tampico ante los avistamientos que eran narrados por los ciudadanos.
“INÉS”, EL ÚLTIMO QUE LLEGÓ DE FRENTE EN 1966
El último huracán que impactó con fuerza, sin clemencia y de frente la zona sur de Tamaulipas fue “Inés”, el errático y variante fenómeno hidrometeorológico que eligió la playa de Miramar para adentrarse a tierra.
El trayecto devastador se documentó paso a paso, desde el primero de octubre que barría La Habana con vientos de 160 kilómetros por hora; los más de mil muertos en Haití, los destrozos en la isla Abaco de Las Bahamas, y su ingreso al Golfo de México.
El día 7 de octubre impactó Yucatan y marcó la ruta hacia Tamaulipas, iniciándose los protocolos de auxilio por la 8a. Zona Militar, encabezada por el entonces comandante Manuel H. Gómez Cueva; el gobernador Praxedis Balboa; los alcaldes de Tampico, Francisco Medina Cedillo y de Madero José Zarate Torres.
A las 6 de la tarde del 9 de octubre comenzaron a sentirse los vientos de un huracán que estaba posado estático frente a nuestra costa, amenazante con vientos de 243 kilómetros por hora, el ojo del huracán ingresó en las primeras horas del 10 de octubre destruyendo todo a su paso, con afectación hasta Texas.
EN 1967 INICIAN LOS AVISTAMIENTOS
En la portada de nuestro periódico del Lunes 7 de agosto de 1967, hace 50 años, se daba a conocer un hecho sin precedentes, ocurrido la noche del domingo 6.
Varias personas de Tampico y Ciudad Madero habían visto una flotilla de ovnis que surcaron de suroeste a noreste el cielo de la región, para perderse mar adentro, justo en el rumbo donde aseguran está su base.
Eran los primeros avistamientos, incluso documentados por la torre de control del aeropuerto local, que en la bitácora de novedades del controlador José Castillo registraba: “Se vieron nueve objetos voladores no identificados. Eran luminosos y dejaban una brillante estela. A veces se distinguía un color verde pálido y fosforescente detrás de los objetos. Se comprobó que no era ningún aparato volador de creación terrestre”.
Expertos como el capitán piloto aviador Rogelio Pier, se dijo sorprendido y aseguró que “estoy seguro que no era una flotilla de aviones o cualquier otra cosa construida por habitantes de la tierra. Eran precisamente objetos voladores no identificados”.
Mientras que el petrolero Ernesto Mendiola, trabajador nocturno de la refinería “Francisco I. Madero”, dijo que tenía por lo menos tres meses observándolos, pasar sobre el centro petrolero y apagarse o sumergirse frente a Miramar.
Con el paso de los años se notó la veda de huracanes, asegurando que Tampico y Ciudad Madero son protegidos por extraterrestres que han impedido en este medio siglo que huracanes impacten de frente.
Es cierto que han pasado fenómenos posteriores, como “Beulah” en el mismo año, pero pese a estar por impactarse en el sur de Tamaulipas cambió hacía Matamoros y Texas; “Gilberto”, en 1988, que entró por San Fernando, o “Gertz”, en 1993, que de igual modo evadió la zona.
Sin duda los avistamientos y que pese a estar en la ruta de estos fenómenos no hayamos sido impactados de frente hacen que la versión popular de la base marciana frente a Miramar sea cada vez más fuerte y que eviten que ciclones como “Franklin” el día de ayer, sean ahuyentados hacia otras latitudes.
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