Hoy en día es tan común regalar una mascota en navidad, un cumpleaños o cualquier fecha especial, sin embargo la mayoría de estas personas no reflexionan en el tiempo, necesidades y sobre todo cariño que este ser vivo necesita, pues únicamente lo ven como eso, sí, un objeto el cual puede ser obsequiado.

Al crecer el can comienza a experimentar el mundo, comienza cual niño a querer conocer más de este maravilloso planeta el cual lo ha recibido con los brazos abiertos, sin embargo para los humanos es ahí cuando comienzan los problemas.

La mayoría de los propietarios piensan que su perro es malo sólo porque se orina por toda la casa y/o piensan que el perro destroza sus pertenencias sólo para fastidiar. También piensan que su mascota es un caso perdido porque tira mucho de la correa o se pelea con otros perros cuando sale a la calle, se limitan a decir: “Es un perro malo y agresivo”.

La mayoría de las veces, no se detienen a pensar el porqué de esos comportamientos. Es más fácil pensar que el perro es rencoroso, vengativo, pero lo que hay que pensar es que ellos, seguramente, tienen parte de la culpa del comportamiento de su perro.

El tener una mascota en casa implica responsabilidad, un perro no se sacia sólo con comida y cariños pues es necesario brindarles actividades que puedan permitirle deshacerse del estrés que muchas veces el encierro les genera.

Es fundamental darle su dosis diaria de ejercicio. No existe un tiempo concreto de lo que debería durar el paseo porque, evidentemente, cada perro, individualmente, según la raza, edad y nivel de energía, necesita un tiempo diferente, pero debe salir a pasear, jugar o correr todos los días.

Además del ejercicio físico, es importante dedicar tiempo a la estimulación mental de nuestro compañero. No es suficiente con salir a pasear con él. Se necesita cansarlo o estimularlo mentalmente. Como no podemos ponerle a hacer crucigramas o sentarlo en una computadora, debemos hacerlo a su manera. Si por ejemplo le enseñamos órdenes sencillas como a sentarse, tumbarse, quedarse quieto o pasear al lado de su dueño, sin tirar de la correa ya estamos estimulando su mente.

Gina Ferrara, quien es Fundadora de la Asociación Protectora de Animales en la ciudad, explica que tener una mascota en casa implica muchas responsabilidades a largo plazo.

“Cuando van los padres junto a sus niños a la asociación para adoptar, nosotros les explicamos a los más pequeños que un cachorro lo van a tener hasta que el niño ya sea mayor de edad para así hacerles ver que no es un juguete sólo por un momento”, expresó Ferrara.

 “Precisamente ayer falleció una perrita chihuahua que desde hace 14 años había vivido con sus dueños, sus dueños nos la dieron a nosotros, lógicamente la mascota no soportó la tristeza, yo sabía que ella no resistiría así que me la llevé a mi casa pero se dejó morir”, mencionó con voz quebrada la Directora de APA.

 Por eso Gina Ferrara invita a las personas a pensar en la responsabilidad que una mascota implica, que las cosas no se solucionan abandonando a un perro en la calle, pues es mejor recordar en cada momento que ellos cometan una travesura las veces que nos llenaron de amor, las veces que nos recibieron al llegar a casa después de un día cansado, las veces que ellos nos observaban pareciendo estar enamorados de su dueño.