CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandra tenía 24 años y había escuchado campañas preventivas sobre cáncer de mama, pero por su edad nunca se preocupó.
“Yo sabía que de 35 en adelante, de hecho los doctores se sorprendieron mucho por mi edad”, dijo.
Fanática de los Tigres, responsable de contribuir a los gastos de su casa y atleta reconocida desde niña en patinaje artístico, recordó perfectamente el día que le dieron el diagnóstico.
El 26 de enero, a las 9 tuve la cita, un día muy soleado, el cielo azul. Iba en el camino con los ojos cerrados pidiendo a Dios que no fuera cáncer.
“Entramos al consultorio y el doctor me dice: ´tengo una mala noticia que darte, el tumor es maligno´.
“Lo escuché en cámara lenta, como si me lo hubiera dicho letra por letra. Empecé a sentirme sofocada, sentí que caía a un pozo”, contó la joven residente del municipio de Guadalupe.
Los estados de le república con más incidencia de mortalidad por #CáncerDeMama son: Sonora, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua…
Los recuerdos son difíciles de digerir para esta joven que ahora debe afrontar la realidad de su cuerpo incompleto.
Recuerda los que hasta ahora han sido los días más difíciles de su vida:
Me pusieron la quimioterapia roja que es más fuerte, fueron cinco, cada 21 días y los efectos sí fueron fuertes y nunca fueron iguales: náuseas, vómito, fatiga, me internaron por gastritis y dejé de comer tres días, estreñimiento, dolor de huesos, me llevaban en silla de ruedas, me bañaban, no podía pararme, dolor de cabeza, mareos”, aseveró.
Lo que menos quería era causar lástima y por eso sólo lo dijo a su familia más cercana.
“Me tallaban con hielo, me dormía con bolsas de hielo y el clima a todo lo que da, era un dolor insoportable”, dijo.
Ale encontró el apoyo en su familia, en su novio, en sus jefes y compañeros de trabajo y en el DIF de Guadalupe porque, además de doloroso, el cáncer es carísimo: 25 sesiones de radioterapia cuestan 52 mil pesos.
El cáncer le quitó un seno, pero nunca las ganas de estar bien.
El doctor me dijo: ´si tienes actitud, vas a salir, si te vas para abajo tenemos que sacarte de la depresión primero y luego tratar tu enfermedad´. Yo decidí que, si me gana el cáncer, que me gane como soy: alegre”, asegura.
La joven comparte la enseñanza que le dejó esta experiencia: “Hay que autoexplorarse desde los 15 años y si tienes cáncer lucha. No te dejes vencer”.
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