Sebastián Silva tenía 19 años cuando, impulsado por la juventud y queriendo salvar al mundo, comenzó a estudiar economía en el ITAM, pero el gusto sólo le duró dos semanas.
En realidad siempre había querido hacer cine así que, procurando no se enterara su madre, acudió con Pedro Armendáriz, amigo de la familia, para preguntarle si había oportunidad de algo.
El actor se le quedó viendo y logró ponerlo como asistente en una serie dirigida por el duro Felipe Cazals (Canoa), el experimentado Jorge Fons (Rojo amanecer) y Julián Pastor (Esas ruinas que ves).
Cazals, sobre todo, le cargaba la mano. Armendáriz le había pedido que si lo veía flaquear, entonces lo mejor era sacarlo y ponerlo a estudiar.
“Pero me seguí, me dijeron que estudiara cine, pero aquí entre nos, reprobé el examen del CCC porque yo quería estar en el set, yo me eduqué en el set”, recuerda Silva, conocido en el mundo cinematográfico como Batán.
Y en algún momento conoció a alguien a quien le cayó bien y se lo llevó a EU. De pronto, ya era asistente de director de la segunda unidad en Volver al futuro 3; también asistía en la cinta de acción viva y animación ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y en la clásica 007: con licencia para matar.
Treinta y ocho años después, Batán es el cineasta mexicano que más series estadounidenses dirige. Acaba de terminar en Sudáfrica una de Resident evil; durante la pandemia rodó tres episodios de La ley y el orden en EU y ahora está en Canadá, a punto de comenzar The sinner, con Bill Pulmman.
La semana pasada se dio a conocer que las series The boys, de superhéroes, y The flight attendant, con Kaley Cuoco, donde dirigió en cada una un episodio, están nominados a los Emmy.
“Me toca una octava parte de esa nominación”, dice bromista, tomando como referencia el número total de capítulos que las conforman.
Creatividad mexicana
Para The boys filmó el episodio en que los personajes principales comienzan a hacer una película, pero también es de los más violentos porque al émulo de Superman le entra una rabia contra el público que está dejando de quererlo y, en su imaginación, descuartiza a la gente con su vista láser.
“Lo que hacen cuando te invitan es a interpretar lo que está en el papel y proponer qué se hace; en ese episodio estaba escrito que el personaje estaba viendo las noticias y no estaba contento, entonces camina al set, yo lo que encontré fue un túnel negro y me inventé esa”.
Con Cuoco las cosas se dieron mágicamente. Un día viajó a EU, estaba viendo la serie The big bang theory (que ella protagoniza) y pensó que le gustaría trabajar con ella. Horas después le estaban invitando al proyecto.
“Es encantandora y una gran actriz, por algo la nominaron a los SAG (premios de actores, por la misma serie). Me tocó filmar dos días en Nueva York cuando comenzó el Covid-19 y después fue la primera serie de estudio que regresó, era un episodio importante porque es donde ella se rompe”, recuerda.
Los productores de The flight attendant lo invitaron para más capítulos, pero ya estaba comprometido en otras cosas.
Grimm, After darkness, S.W.A.T y Chicago fire figuran en su filmografía. En México, su ópera prima, El viaje de la Nona, se rodó en 2007 y pasó casi una década para volver con Compulsión y La nave, esta última buscando fecha de estreno. Su comedia Me casé con un idiota, protagonizada por Paulina Gaitán y Alfonso Herrera, llegaría a salas durante el último cuatrimestre del año.
En el último año, casi dos terceras partes se la ha pasado en el extranjero, rodando proyectos en inglés.
“Y pinto mucho. Claro que extraño México, a mi familia, mi cama, la sopa de fideo, pero así es este negocio, la vida me escogió para ello”, indica.
PASO A PASO
La carrera en tv de Batán suma tres décadas.
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