Reflexiones que salen del almacén

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El actor estuvo de acuerdo en que este tipo de circunstancias vistas en la obra también son aplicables al teatro. (chidoychale.mx)

CDMX.- Un planteamiento profundo es el que tiene la puesta en escena “Almacenados”, que recientemente estrenó su cuarta temporada en el Teatro Rafael Solana dejando a más de uno preguntas sobre el futuro, sobre la sociedad, sobre la vejez, sobre el poder y la soledad.

Héctor Bonilla aparece en el escenario como el empleado de un almacén a punto de retirarse, que ha estado ahí casi una treintena de años pero que antes de irse debe dejar listo al joven (Su hijo Sergio Bonilla) que ocupará su lugar posiblemente hasta que también sea viejo. Dos mundos en un almacén olvidado que Héctor compara indiscutiblemente con “El Quijote”.

“¿Por qué el Quijote es la obra de ficción más importante del mundo en la civilización occidental?, porque es un compuesto de dos personajes, porque todos somos un poco Quijote y un poco Sancho y en esta obra hay esa dicotomía, entonces este joven que entra, al llegar a las doce se va a convertir en este hombre miserable, es decir, todo lo que iba a ser revolución va a ser plegarse al sistema”.

“Tiene un planteamiento profundo, ¿qué va a hacer el joven frente a esta situación de plegarse ante las circunstancias?, el viejo cumplió con su deber porque llega a tiempo porque nunca ha faltado pero se presta a que se ‘lave’ dinero”.

Por su lado, Sergio, la contraparte de la historia refirió.

“Lo hermoso de este personaje y doloroso también es que tiene una gran conciencia pero también está entre las fauces del sistema y es inevitable. Es parte de la vida, si no quieres ser parte del sistema pues encuérate y vete a una isla nada más porque es inevitable”.

El actor estuvo de acuerdo en que este tipo de circunstancias vistas en la obra también son aplicables al teatro.

“La diferencia del teatro es cómo lo haces, puedes caer en eso, puedes mecanizar todo, la cuestión creo yo es que el teatro debe espejear y acercar a la gente y unir a la gente para entre todos cohesionar a la sociedad y darle forma porque existe este tipo de teatro aleccionador y yo no creo en ese tipo de teatro, lo que sí conviene es cuestionar muchas cosas que seguimos sin resolver para unirnos”.