“Quieren controlarnos”: negación del virus

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MADRID.-Los colectivos que niegan la pandemia o relativizan su alcance no cuentan con demasiados seguidores, pero se mantienen especialmente activos en las redes, desde donde lanzan todo tipo de proclamas contra las restricciones adoptadas por las autoridades para combatir el Covid-19.

Personajes como el cantante español Miguel Bosé forman parte del grupo de irredentos que ven en la pandemia una farsa expresamente montada para controlar a la sociedad, al tiempo que rechazan el confinamiento y el uso obligatorio del cubrebocas, por ser imposiciones que vulneran los derechos fundamentales.

El hecho de que famosos como Bosé pongan en duda las consecuencias letales del coronavirus contribuye a la difusión de los mensajes que tienen como último objetivo denunciar una conspiración a gran escala para acabar con la sobrepoblación y las libertades individuales.

El pasado 16 de agosto, los negacionistas españoles quisieron hacer una demostración de fuerza al convocar una manifestación en la céntrica plaza de Colón de Madrid, pero apenas se congregaron 2 mil 500 personas.
Muchos de los asistentes no portaban mascarillas y tampoco respetaron la sana distancia, mientras gritaban lemas contra la falta de libertad, el confinamiento y las medidas de seguridad adoptadas por el gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez. También rechazaron las vacunas obligatorias y cuestionaron las pruebas PCR y la transmisión del SARS-CoV-2 por parte de los asintomáticos.

Bosé fue uno de los que alentó a esa marcha, aunque luego de las críticas que recibió, aseveró el jueves pasado: “El bicho sí existe y ha matado a mucha gente”. Refirió además que Twitter lo “castigó”, suspendiéndole temporalmente su cuenta por sus comentarios, y argumentó que tiene asma y usar el cubrebocas “le causa problemas”.

La protesta de los inconformes, que se manifestaron en otras ciudades españolas con una asistencia igualmente reducida, se produjo en plena ola de rebrotes y el temor a una segunda embestida de la pandemia que está resurgiendo con fuerza en comunidades como Madrid, Cataluña, Aragón y País Vasco.

España se encuentra a la cabeza de Europa en número de contagios por cada 100 mil habitantes y ha sido uno de los países más golpeados por el Covid-19.

Lejos de sentirse agraviados en las redes por los comentarios de la mayoría de los usuarios, que los consideran lunáticos o profundamente irresponsables, los negacionistas se reafirman cada vez más en sus posiciones enfatizando el recorte de libertades que conlleva la pandemia, la manipulación de las conciencias por parte de los clanes más poderosos o el férreo control de la población con la excusa del coronavirus. Para muchos de ellos, la mascarilla es sinónimo de mordaza.

“Reivindicamos nuestros derechos y libertades que nos están siendo limitados con la excusa de una supuesta pandemia, que ya no existe. No queremos una nueva normalidad con este distanciamiento social impuesto, antinatural y paranoico, que separa y divide a la gente.

“Exigimos que no mientan, porque no hay tal situación alarmista y que respeten la decisión de las personas que no quieren ser vacunadas”, señala Carmen, vocera de la plataforma Stop Confinamiento, que se sumó a la manifestación de Madrid contra las medidas antipandemia implementadas por el gobierno socialista.

“La pandemia no ha sido tal como nos la han querido vender. Los ancianos han muerto por no proporcionarles la medicación necesaria. También ha habido mala praxis en los hospitales, ya que no se han hecho autopsias”, indica a EL UNIVERSAL la integrante del colectivo que rechaza el aislamiento forzoso y cualquier tipo de vacuna obligatoria.

La palabra confinamiento, para esta organización, se refiere a una prisión y a una pena legal de limitación de derechos y libertades. Es la primera vez en la historia que se encierra a personas sanas en sus casas, se detiene la economía y la educación y se destruyen millones de trabajos.

El confinamiento ha producido además miles de suicidios y problemas mentales y ha causado un profundo trauma en la sociedad, aseguran los negacionistas, quienes rechazan también el uso obligatorio de los tapabocas, entre otras razones por sus supuestas reacciones adversas cuando se utilizan de manera prolongada.

Aumento de la contaminación de hongos y bacterias en la mascarilla, dolor de cabeza, dificultades para respirar, lesiones cutáneas, dificultad para comunicarse, incomodidad, falsa sensación de seguridad, problemas de eliminación de desechos y contaminación medioambiental son algunos de los problemas que enumera la plataforma para oponerse al uso forzado del cubrebocas.

A la pregunta de cómo explican las muertes que se están produciendo a causa del coronavirus, Stop Confinamiento responde con otras tantas incógnitas: “¿Ha habido muertos? Sí, ¿y cuántos de patologías previas?, ¿y cuántos por falta de tratamientos u operaciones?, ¿cuántos por suicidio u homicidio?, ¿cuántos por accidentes de tráfico?, ¿por tratamientos negligentes?, ¿por abandono?, ¿y por sedaciones masivas en las residencias de ancianos? Nadie lo sabe.

“La finalidad —recalca— es la esclavitud, el control de la sociedad, el sometimiento de muchos a unos pocos. El nuevo orden mundial que llevan décadas planeando familias con mucho poder. Somos sus recursos, pero ya les resultamos demasiados, por tanto quieren hacer una ‘siega’ y disminuir la población.

“No es rentable tener a tanta gente consumiendo recursos y mucho menos si son personas mayores. Se estudió el simulacro y se dio luz verde. Está clarísimo”, concluye el colectivo negacionista que, al igual que el cantante Miguel Bosé, señala a la Fundación Bill y Melinda Gates como una de las principales responsables de la conspiración que esconde la pandemia.

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