Obama pide más apoyo a Riad en la guerra de Daesh

La relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí está en uno de sus peores momentos

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Foto: twitter

Washington.-Barack Obama se convirtió ayer en el presidente estadounidense con más presencias personales en Arabi Saudí, cuatro en algo más de nueve años, pero al tiempo protagonizó una de las visitas más comprometidas de su mandato.

 La relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, que siempre ha pasado por altibajos, está en uno de sus peores momentos. El acuerdo nuclear con Irán y el intento de inculpación del país en el 11-S han tensado una cuerda ya de por sí deteriorada.

Ayer, el presidente Obama, que había intentado suavizar la cita con un anuncio de vetar la acusación contra Riad que tramita el Congreso, intentó restañar heridas. A su insistencia en que el pacto con Teherán era la menos mala de las soluciones a su deriva nuclear, camino de construir la bomba atómica, añadió ayer su mensaje de que Estados Unidos sigue estando junto a su tradicional aliado.

 Pero la distancia la marca hoy la falta de un mutuo compromiso pleno: Riad reclama a Washington más presencia en la zona, especialmente en la cruenta guerra civil de Yemen, donde una alianza liderada por Arabia Saudí intenta detener la creciente influencia iraní, en torno a los hutíes; en paralelo, ayer, Obama, mediante su secretario de Defensa, Ashton Carter, y el director de la CIA, John Brennan, presionó para que los saudíes respalden con más fuerza la guerra contra Daesh en Irak y Siria.

El compromiso adquirido por Arabia Saudí en la guerra contra los yihadistas de Daesh, al frente de una alianza de 34 países de la zona, no está dando todos sus frutos según Estados Unidos.

 A las puertas del asalto a Mosul, el bastión de Daesh en Irak, y con Siria sumida en el caos de la guerra civil, el Pentágono intenta asegurarse el apoyo firme del país más influyente en el mundo suní. Pero Riad también exige su parte.

 Las promesas recibidas de la salida de Bashar al Assad, aliado de Irán y la cabeza que con más insistencia ha pedido Riad, tampoco han sido cumplidas por el amigo americano.

La llegada a la Corona del Rey Salman, más agresivo en su política exterior que su antecesor, el Rey Abdulá, fallecido en enero de 2015, también ha contribuido a acentuar más las diferencias con Estados Unidos. Desde que el monarca saudí rindiera visita a la Casa Blanca el septiembre pasado, el presidente estadounidense no ha logrado reconducir la relación.