CIUDAD VICTORIA.- Por tercera ocasión en lo que del año, un donador multiorgánico regala vida a pacientes en lista de espera de un trasplante de órganos.
El pasado lunes, la familia de un joven de 18 años recibió la noticia de que podría estar disponible un riñón para su hijo, esto gracias a un ángel de tan sólo siete años de edad que fue diagnosticado con muerte cerebral en el Hospital Infantil de Tamaulipas el viernes 24 de noviembre.
“El proceso fue muy difícil, fue llegar y ver a una familia destrozada, una abuela que no creía que estuviera muerto su nieto, que para el abuelo era su consentido y a nosotros nos corresponde comunicárselos, explicarles que se hicieron todos los análisis y pruebas necesarias para que no hubiera la más mínima duda del fallecimiento”, dijo Imelda Obregón, médico coordinador de procuración y donación de órganos y tejidos con fines de trasplante.
Para la familia fue sorpresiva la muerte del menor, sus padres compartieron con el personal médico que de un día para el otro presentó un fuerte dolor de cabeza, lo llevaron al hospital y al día siguiente lo diagnosticaron con muerte cerebral.
“Llegando al hospital empieza con problemas neurológicos, lo valoran, lo entuban y posteriormente el niño siguió decayendo hasta que tiene la muerte cerebral, para el sábado lo valora el neurólogo, le hace un electroencefalograma y ve que el cerebro ya murió, para el domingo se habla con los papás, que luego de meditarlo otorgaron la donación”, relató la doctora Imelda Obregón.
Lograr el milagro de la vida fue gracias a la unión de varios esfuerzos, el Comité de Trasplantes del Hospital Infantil de Tamaulipas dio aviso a los hospitales con pacientes en espera de un riñón, había dos disponibles con tipo de sangre A positivo, además se encargaron de hacer las gestiones necesarias y delimitaron a dónde dirigir los órganos.
“Teníamos dos posibles receptores y se le comunicó al coordinador de cada hospital y éste hizo su reunión con comité de trasplantes de ese hospital, tomamos una muestra del trasplante y de los pacientes para ver si eran compatibles”, mencionó.
La compatibilidad se constata a través de pruebas moleculares, que sólo se pueden realizar en el Laboratorio de Biología Molecular, único en Tamaulipas.
“El proceso consiste en extraer el ADN del donante, se purifica y se hace un procedimiento en el cual se pone el ADN con los anticuerpos del paciente que lo va a recibir y si hay un rechazo, los anticuerpos van atacar el ADN del donante”.
En menos de 24 horas se realizaron todas las pruebas necesarias de compatibilidad y los hospitales receptores se prepararon para recibir el órgano, luego de los resultados se decidió dirigir un riñón para el joven de 18 años que se encontraba en lista de espera en Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria y el otro lo entregaron al Hospital General La Raza de la Ciudad de México.
“Como en Tamaulipas no hubo dos receptores de riñones A positivo que les quedara, tuvieron que venir de la Ciudad de México por el otro riñón”, comentó.
Los padres del pequeño donador pidieron conocer la identidad del receptor de Tamaulipas, pero dado a que legalmente no es posible, pues debe mantenerse el anonimato por ser un acto altruista, el equipo médico se comprometió a hacerles llegar una carta de agradecimiento del receptor.
Antes de la media noche del pasado lunes, el milagro sucedió, el joven de 18 años fue trasplantado exitosamente y actualmente se encuentra en observación con un excelente pronóstico.
Dar vida después de la muerte es un acto de amor supremo, que sólo es posible gracias a las familias de los donadores, en este caso el angelito de siete años logró salvar dos vidas.
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