Museo de las Mujeres Artistas hace homenaje al Archivo Feminista

0
780
Este espacio, cuya organización todavía continúa en la Universidad Iberoamericana, está abierto para consulta y es de gran relevancia por su peculiaridad temática. (eluniversaldf.mx)

CDMX.- Más de 4 mil documentos distribuidos en cajas que se refieren a la maternidad, la mortalidad materna y el aborto; al Sindicato 19 de septiembre de las Costureras; a los antecedentes del feminismo mexicano en los años 70; a las distintas organizaciones que han luchado por los derechos de las mujeres; y libros, biografías y testimonios de mujeres y feminismo; documentos de arte feminista y el trabajo de figuras como Alaíde Foppa, todos éstos y muchos más se encuentran en el Archivo Feminista de Ana Victoria Jiménez (AVJ) que guarda la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, de la Universidad Iberoamericana (UIA).

Este sábado 3 de septiembre, a las 12 horas, en el Museo de la Mujer (Bolivia 17, Centro Histórico) el MUMA (Museo de Mujeres Artistas Mexicanas, que es un espacio virtual) se llevará a cabo la primera emisión del reconocimiento al Archivo de Ana Victoria Jiménez.

Este espacio, cuya organización todavía continúa en la Universidad Iberoamericana, está abierto para consulta y es de gran relevancia por su peculiaridad temática: “es el testimonio de los movimientos feministas en México”, explica Luis Héctor Inclán Cienfuegos, coordinador de Acervos Históricos en la Biblioteca de la UIA.

“El archivo es un reconocimiento a mi vida, a cómo guardé todo documento, libro, papel, fotografía. En muchos participé en su escritura o lectura; en otros simplemente archivé y catalogué, eso fue lo más grande y complicado. Era algo tan intangible… cuatro folletitos, dos hojitas, apuntes sueltos”, explica la fotógrafa y editora.

Jiménez recuerda el origen de este archivo: “Militaba en grupos en los años 60, me gustaba coleccionar, aunque no había mucho, guardaba periódicos, folletos. Años después empecé a analizarlos y catalogarlos. En el primer evento de 1971, empecé a hacer fotos, mi intención era registrar y guardar. Primero fue dar una pequeña cronología y con el tiempo fue catalogar todo. Fue pesado digitalizar cuatro mil fotos. Todo lo que es el archivo feminista está digitalizado, mi colección fotográfica todavía no toda”.

Entre los años 60 y 90, Jiménez documentó los archivos del feminismo. Tuvo acceso a muchas organizaciones e iniciativas, varias fueron efímeras pero de gran valor para entender las distintas olas del movimiento, sus protagonistas, las obras que se hicieron, los grandes eventos como el muy recordado de “La Fiesta de 15 Años” que atrajo a miles a la Academia de San Carlos, en el Centro.

El interés de Jiménez por el tema de lo femenino detonó en los 60 cuando surgieron varios movimientos magisteriales, de electricistas, de ferrocarrileros, lo llama “una efervescencia”.

“Los movimientos de mujeres me pedían que me hiciera cargo de las publicaciones. Así empecé, y en octubre de 1964 se formó la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas, trabajé con ellas y estuve en la fundación de esa organización creada para apoyar a las mujeres y hacer trabajo solidario”.

Recuerda que el trabajo entonces era luchar por los derechos de las mujeres, ir a colonias, celebrar reuniones y fechas como la del 8 de marzo. Entonces se hizo la primera propuesta de ley para guarderías infantiles de mujeres trabajadoras, y luego la primera reunión de campesinas. En los 70 irrumpió el Movimiento Feminista.

–Nuevas expresiones.

A lo largo de los años 70, Jiménez acompañó a artistas y cineastas, como Mónica Mayer y Rosa Martha Fernández, realizadora de “Cosas de mujeres” (1978) y “Rompiendo el silencio” (1979), cintas para las que hizo fotografía y talleres. Fue la participación en el feminismo la que la llevó a hacer arte.

“En esa época éramos muy pocas, seguimos siendo pocas, pero teníamos un interés para unirnos. Rosa Martha nos invitó para que le diera fotografías, escogió las que le gustaban para su película; íbamos a hacer encuestas a la calle, ella entrevistaba y yo tomaba las fotografías”.

Hoy, dice Ana Victoria Jiménez, el feminismo está en todos lados. El lenguaje y la legislación son parte de los cambios, pero no duda que es conservadora la sociedad mexicana.

“No es que haya cambiado mucho, a pesar de las leyes contra la violencia y de que en México se haya aprobado la interrupción legal del embarazo. Hay muchos avances. No puedo decir que todo lo que se ha hecho en esta sociedad en estos 40 años no ha servido para nada, al contrario, creo que ha sido muy útil. Hemos logrado abrir brecha en esta sociedad que estaba llena de prejuicios. La sociedad mexicana es muy conservadora, pero en aquellos años estaba como en el siglo XVI. No sólo el asunto legal, también la gente está cambiando, los jóvenes. Hoy sería muy raro que las chavas dijeran: ‘no, no le debo nada a mi madre’ en el sentido de cambio social”.

Pero no deja de decir que la sociedad mexicana es muy conservadora: “Sí, lo sostengo. Le cuesta mucho cambiar, en política, en todo. Todavía hay gente como la de esas organizaciones en defensa de la familia y en contra los matrimonios igualitarios; son rasgos de una sociedad primitiva, cerrada, antigua, reaccionaria”.

Con mayor razón, insiste, las conquistas se tienen que cuidar. “Hay que cuidar que no se vuelva, como en otros estados, a esto de rechazar el aborto o a que se impongan grupos que quieren parar la discusión de los matrimonios entre personas del mismo sexo”.