La cubana Malillany Marín quien ha conseguido destacar a base de esfuerzo y decisión abrió su corazón y habló de sus deseos de ser mamá y esposa, aún cuando dejó a varios pretendientes al borde del altar.

— ¿Qué es lo que más placer te causa en la vida?

Consentir a mis padres, todos los días de mi vida ver por ellos.

— ¿Te han pedido que ya tengas hijos?

No, pero les di dos perritos para que sean sus nietos.

— ¿Cómo tiene que ser el padre de tus hijos?

Una persona trabajadora, madura, de buenos sentimientos, con valores de familia y una educación similar a la mía. Nunca he vivido en pareja, pero debe ser difícil la convivencia si no tiene tus mismos valores.

— ¿ Le tienes miedo al matrimonio?

Si, le tengo temor, por eso no he dado ese paso, no ha sido mí momento.

— ¿A cuántos les has dicho que no?

(Pensativa) Mira, seriamente a tres, pero no voy a dar nombres, se dice el pecado pero no el pecador.

— ¿Tres, ya con anillo y todo listo para el altar?

Sí. Creo que la persona tiene que ser el mismo antes y después de que te cases, porque si no ya no es el mismo del que te enamoraste. Y, entonces para no lastimar prefiero ser sincera, decirles: Oye, dejémoslo así, no es nuestro tiempo, aún no estoy preparada”.

— ¿Pero todavía crees en el matrimonio?

Sí, pero el día que me case me gustaría que fuera para siempre, esa es mi ilusión, pero si no funciona, pues sales adelante como quiera.

— ¿Te han propuesto vivir en unión libre?

No, en mí caso no existe, ¡no! El que desee vivir así conmigo, no se le va a hacer.

— ¿Así que se tiene que casar contigo?

Es que ahí está lo malo. No quiero vivir nada más así, pero tampoco quiero llegar (al matrimonio). Pero, si sueño en llegar al altar, vestida de blanco… mamá, con hijos, con una familia grande, pero aún no ha llegado el momento.