Si hubiéremos tenido que depositar nuestros ahorros en algún proyecto empresarial, no hubiéramos pestañeado si nos hubieran propuesto invertir en las Kardashian, que convierten en oro todo lo que tocan. Pero todo ese brillo que desprenden, cual brillante, ha sufrido un borrón que hace que por primera vez haya entrado la palabra fracaso en su vocabulario.

Kim, Khloé y Kourtney, la santísima trinidad del ‘klan’, han anunciado que cierran uno de sus proyectos pioneros, la cadena de tiendas de ropa DASH. Aunque ya se venía comentando desde hace unos meses que este negocio no iba todo lo bien que deberían, en un comunicado oficial han explicado que lo hacen porque no tienen tiempo de atender esta empresa. Esto es lo que llamamos ‘echar balones fuera’.

“Después de casi 12 años, mis hermanas y yo hemos decidido cerrar las puertas de nuestras tiendas DASH”, explica Kim en su página web. “Abrimos nuestra primera tienda en 2006 y desde entonces hemos creado recuerdos que durarán toda la vida…. desde abrir tiendas en Los Ángeles, Miami y Nueva York, a tener nuestro propio reality de ‘Dash Dolls’, (DASH) ha sido una parte muy importante de nuestras vidas”, añade.

Para tratar de justificar este fracaso, Kim aludía al inmenso imperio que ha forjado con sus hermanas, cada una con sus empresas, que hace que no tengan tiempo para dedicarle a DASH: “Hemos estado ocupadas manejando nuestras propias marcas… además de ser mamás y equilibrar el trabajo con nuestras familias. Sabemos en nuestros corazones que es hora de seguir adelante… Nos ha encantado crear DASH, pero en los últimos años todas hemos crecido mucho individualmente…”.

Desde distintos medios americanos se apunta a otra ‘versión’ del cierre de DASH; y es que las colas que las Kardashian esperaban en sus tiendas nunca llegaron a producirse. A esto se une que eligieron los lugares más exclusivos de Los Ángeles, Miami y Nueva York para establecer las boutiques, por lo que los alquileres eran altísimos.

La noticia del cierre se produce, además, cuando según Radar-Online ha llegado el momento de renovar los alquileres por cinco años… ¿De verdad Kim quieres que creamos que si DASH fuera una fuente de dinero ibas a cerrarla? Tenemos muchas dudas.

Al final resulta que pese a que las Kardasahian están bañadas en dólares, tampoco están dispuestas a perder nada por seguir manteniendo el sueño de crear su propia ZARA.