“La ciudad se endeudó y nadie nos consultó”

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Los activistas se mezclaron con estudiantes, artistas, intelectuales y políticos. También estuvieron los referentes progresistas de la ciudad. (rj.gov.br)

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El jueves por la noche, MC Júnior y MC Leonardo, dos leyendas de la música reciente de las favelas, cantaron: Eu so quero é ser feliz, un clásico del funk carioca, y 800 personas bailaron con ese crudo ritmo underground.

Ocurrió en el Canecao, una antigua sala de conciertos que permaneció cerrada durante más de 10 años y que acaba de ser reabierta por los activistas de Ocupa MinC, quienes tomaron durante 73 días la representación del Ministerio de Cultura en Río de Janeiro. Protestaron contra el juicio político a Dilma Rousseff, presidenta sustituida.

Expulsados de ahí, los activistas fueron al Canecao, donde organizaron una apertura alternativa de los Juegos Olímpicos, con varios actos musicales.

“Se invirtió mucho dinero en los Juegos Olímpicos y se le quitó a la salud, al saneamiento y a la cultura: la ciudad quedó endeudada y hasta mi hijo y mi nieto pagarán por esta cuenta, y nadie nos consultó si la queríamos”, dijo a EL UNIVERSAL MC Júnior, quien vive en Rocinha. “Pero a la vez, Brasil está pasando por un momento muy delicado y los juegos van a dar un poco de ánimo a la gente”.

Los activistas se mezclaron con estudiantes, artistas, intelectuales y políticos. También estuvieron los referentes progresistas de la ciudad, incluido Chico Buarque, el famoso cantante de bossa nova; Gregório Duvivier, comediante y escritor; y Jandira Feghali, diputada nacional del Partido Comunista. Ella es candidata a jefa de gobierno de Río de Janeiro y permanece fiel a Rousseff.

“Esto que ocurre aquí es una muy rica experiencia de lucha por la democracia y contra el golpe en Brasil”, dijo Feghali a EL UNIVERSAL. “La discusión por los Juegos Olímpicos es en torno a su legado: a la mayoría, los juegos no le van a dejar nada”, declaró.

“Los movimientos de ocupación se cuestionan qué hacer con el espacio público: la mayoría de las personas los utilizan sólo para pasar”, dijo Bruno Falci, de la asamblea ocupante.

El Canecao, en el barrio de Botafogo, es territorio de la Universidad Federal de Río de Janeiro, aunque durante muchos años la sala estuvo privatizada. Luego de siete años, en 2013, la escuela recuperó el sitio, pero siguió cerrado hasta el jueves. “Queremos resignificar el espacio con actividades públicas: danza, teatro y circo”, explicó Falci. Continuó: “Pocos gobiernos del mundo reconocen a [Michel] Temer como presidente legítimo”.