Inaugurarán en MUAC exposición

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(Carlos Alcocer para arquitour.com)

CDMX.- Salvador Allende llevó a Chile a intelectuales de izquierda de todo el mundo para dar una buena imagen del modelo socialista. Ahí, en la Operación Verdad, nace la idea de promover su gobierno de forma más artística: surge el Museo de la Solidaridad, en 1972.

Esto lo cuenta Luis Vargas, uno de los curadores de la exposición A los artistas del mundo… El Museo de la Solidaridad Salvador Allende, que será inaugurada en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo el próximo 28 de agosto. La muestra busca acercar al público a la historia de este museo, creado con donaciones de obras de artistas de todo el mundo para el pueblo chileno. México es uno de los primeros países en participar.

El proyecto surge hace dos años: “El museo logra rescatar parte de su archivo que estaba disperso y se dan cuenta que México fue un país vital, así que se acercan a la embajada mexicana y plantean un proyecto de investigación en serio”.

Según Vargas, la exposición es un proyecto sobre de la memoria y de cómo ésta va cambiando, pues recoge testimonios y documentos del periodo de Allende, el golpe de Estado: “Será una exposición muy completa, tiene obras de arte, piezas de archivo, testimonios e interpretaciones del momento”.

La muestra narra la historia del museo antes y después del golpe de Estado. En cuanto al papel de México, Luis Vargas explica que desde el lado civil se dio mucho apoyo con artistas que habían participado en el movimiento del 68. Desde el lado gubernamental, es una estrategia muy puntual por parte de Echeverría tras críticas hacia su gobierno: “Él ve en el proyecto socialista en ser el abanderado, el paladín del tercer mundo, un lugar de negociación mucho más poderoso”.

En 1973, luego del golpe de Estado, el museo sigue existiendo desde los países solidarios, entre ellos México: “Pero lo que mostramos también son las contradicciones de la doble agenda echeverrista, trae exiliados pero a la vez está matando a sus disidentes y guerrilleros”.

Para esto el ejercicio de curaduría, la cual calificó Vargas como la más difícil que ha hecho, tuvo prioridad en dejar las cosas muy claras al público: “El reto es de qué manera le cuentas ordenadamente y que sea interesante para el público una historia que es compleja y donde aparte quieres intervenir. Se trata de poner de actualizar un evento, que marcó la historia de Latinoamérica y de México”.