INAH niega destrucción de zonas arqueológicas en Valle de Bravo    

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Según el instituto, continúan los trabajos de exploración en la zona, lo cual ha hecho que el proyecto de infraestructura esté detenido y a la espera de conocer el resultado final de la intervención arqueológica. (Agencia El Universal)

CDMX.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señaló que al liberar los predios conocidos como “Las Monjas” y “Casa de ídolos” en Valle de Bravo, donde se planeaba la construcción de un centro comercial, restringió diversas áreas con potencial de vestigios arqueológicos, las cuales continúan en exploración para su conservación y puesta en valor.

En respuesta a una solicitud de información realizada por EL UNIVERSAL, Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del INAH, negó que se hayan destruido estructuras arqueológicas y aseguró que el Centro INAH-Estado de México detuvo la obra en tiempo y forma, “lo que permitió la oportuna suspensión de los trabajos de despalme en el terreno”. Enseguida, dijo, se comenzaron los trabajos de rescate y conservación de los bienes inmuebles recuperables.

Indicó que la liberación del predio en “Las Monjas” se hizo desde 2007 y el de “Casa de Ídolos” en 2015.

De acuerdo con el arqueólogo, si bien estos predios se encuentran dentro de un polígono donde “se conocen o se presume la existencia de vestigios arqueológicos”, no cuentan con una declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos, que según la normativa se obtiene por decreto presidencial. Por lo tanto, explicó, “se trata de una zona en la que se pueden llevar a cabo usos del suelo diversos, incluyendo actividades constructivas, siempre bajo la supervisión y el visto bueno del INAH”. No obstante, al considerarse como un área con vestigios, el INAH debe emitir un visto bueno para la obra, una vez que haya hecho una valoración de los espacios, lo que puede derivar, o no, en trabajos de rescate, investigaciones de salvamento arqueológico o sólo una supervisión. Sánchez Nava aseguró que estas acciones se han llevado a cabo en Valle de Bravo desde hace más de 20 años en diversos proyectos de infraestructura, públicos o privados.

Respecto a los señalamientos que los vecinos de Valle de Bravo han hecho sobre la destrucción de la bodega donde se resguardaban los vestigios recuperados, el INAH explicó que se trataba de una bodega provisional, que habitualmente se acondiciona en las exploraciones arqueológicas. “Este fue el caso de una sencilla construcción rural del siglo XX y sin ningún valor patrimonial, que se derruyó una vez que algunos materiales (cerámica, lítica, restos óseos, etc.), producto de exploraciones previas, se reubicaron en otros espacios institucionales en la ciudad de Toluca”, dijo.

Añadió que los materiales recuperados en la exploración se encuentran en laboratorios del INAH, en Toluca, donde están siendo analizados, y que las piezas completas están bajo resguardo en el Museo Arqueológico de Valle de Bravo.

Recalcó que el inicio de una obra sin la autorización del INAH, en un área donde se presume la existencia de vestigios arqueológicos, constituye una falta administrativa, la cual se resarce en el momento en el que se suspenden los trabajos y se solicita el correspondiente visto bueno de obra. “Una sanción penal aplicaría en el caso de que hubiera daños a monumentos, lo cual no ocurrió”, sostuvo.

Sin embargo, en su informe técnico parcial titulado “Salvamento arqueológico ‘Casa de Ídolos’, zona arqueológica ‘La Peña’ Valle de Bravo, Estado de México”, los arqueólogos Héctor Pérez García, Viridiana González Nava y Tania Hernández Balderas, adscritos al INAH-Estado de México, relataron que iniciaron las tareas de rescate y conservación en abril de 2014, contaron que cuando ellos llegaron al sitio la superficie del terreno había sido alterada, “lo cual anunciaba la destrucción de patrimonio arqueológico”.

Según el instituto, continúan los trabajos de exploración en la zona, lo cual ha hecho que el proyecto de infraestructura esté detenido y a la espera de conocer el resultado final de la intervención arqueológica.