Experiencia alienígena: el caso de los Hill, ¿abducción o hiperrealidad?

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NUEVA YORK.- Los Objetos Voladores No Identificados (OVNIS), tripulados por seres extraterrestres, pueden presentarse en forma de esferas de gas, aerolitos, fenómenos de luz, ilusiones ópticas, naves con silueta de disco, platillos o cilindros, incluso, se ha dicho que se trata de un efecto causado por los gases emitidos por los pantanos; forman parte de los avistamientos documentados alrededor del mundo.

El fenómeno OVNI es uno de los más estudiados en todo el mundo. Periodistas, investigadores especializados en el tema, aviadores y hasta organismos especiales se encargan de indagar acerca de los casos más relevantes registrados en diferentes ciudades desde tiempos inmemoriales.

El primer caso documentado sobre la posible presencia de vida extraterrestre en la Tierra se presentó en Washington en junio de 1947. El piloto aviador Kenneth Arnold, realizaba labores de vuelo en una zona montañosa cuando avistó nueve elementos circulares a unos 200 metros por encima de su posición dirigiéndose hacia el monte Rainier. Arnold platicó la historia a un diario local; la noticia se difundió rápidamente entre las poblaciones circundantes.

A partir de ese momento, el fenómeno OVNI captó la atención de miles de personas en todo el mundo, escritores, periodistas y científicos comenzaron a investigar y escribir todo tipo de textos sobre las manifestaciones cuyo origen se desconoce hasta la actualidad.

Durante el primer encuentro internacional de especialistas sobre el fenómeno extraterrestre, se definieron categorías de encuentros con los OVNIS: la primera solo se limita al avistamiento de un objeto o aeronave sin importar la distancia a la que esta se encuentre; los casos de segundo grado son aquellos en que los artefactos voladores dejan alguna marca en superficies, animales o humanos.

Por otro lado, el encuentro de tercer tipo tiene que ver con observar tripulantes de las naves no identificadas; aunque recientemente se habla del encuentro de cuarto tipo en el que suele haber un contacto directo con seres extraterrestres, esto puede ocasionar severos estragos psicológicos en las personas hasta el grado de llegar a la demencia.

EL CASO DE LOS HILL
Uno de los encuentros del cuarto tipo más impactante de los últimos tiempos es el del matrimonio estadunidense conformado por Betty y Barney Hill, quienes afirmaron haber sido secuestrados por una nave extraterrestre y dentro de ella ser objeto de una serie de dolorosos análisis corporales.

En aparente estado de trance, los Hill se encontraban acostados sobre una gran mesa de metal, una luz los radiante los dejaba casi al borde de la ceguera, mientras eran minuciosamente examinados por seres de extraña apariencia: cabeza alargada manos con tres dedos y extremidades oblongas.

Betty y Barney Hill vivían en Portsmoth, Nueva Hmpshire, Estados Unidos. Betty se empleaba como trabajadora social, por su parte, Barney, tenía que manejar todos los días casi 100 kilómetros para trasladarse a su trabajo ubicado en Boston.

En septiembre de 1961 abordaron su auto, un Chevrolet 57, para emprender un viaje vacacional a las Cataratas del Niágara acompañados de su perro ‘Delsey’; un recorrido de alrededor de 800 kilómetros, más de ocho horas de camino hasta el conjunto de cascadas situadas entre EU y Canadá.

En el trayecto de regreso, el 19 de septiembre, se detuvieron a cenar en un paraje de Colebrook. Tiempo después, al adentrarse en un camino montañoso de una de las provincias cercanas, avistaron en el cielo una extraña luz parpadeante que aumentaba y disminuía su tamaño conforme se movía de manera inconsistente.

Mientras avanzaban sobre la carretera, creyeron que se trataba de algún avión o helicóptero que sobrevolaba la zona. Por su lado, Betty se desconcertó más al afirmar que se trataba de un OVNI por los inquietantes movimientos que el objeto realizaba de lado a lado sin dar señal de ser una aeronave común.

El inusual destello luminoso comenzó a acercarse gradualmente al auto de los Hill, en ese momento, Betty pudo ver a través de los binoculares que el artefacto volador contaba con lo que parecía ser una serie de ventanillas de cuyo interior provenía una luz fija que llamó poderosamente su atención, por lo que, pidió a su esposo detenerse para apreciar el inusual evento.

El misterioso objeto levitaba a unos cuantos metros por encima de la pareja y su perro. Temeroso, Barney bajó del vehículo y caminó para tener mejor perspectiva de aquella nave extraterrestre. Un profundo silencio invadió el entorno como si estuviera solo en el abismo.

Al estar casi por debajo del aparato, a pocos metros de distancia, pudo ver que este tenía forma ovalada y en su contorno tenía pequeñas ventanas al interior de las cuales podían vislumbrarse unos seres, tripulantes del disco volador, uno de ellos lo miraba fijamente. En ese momento, Barney corrió hacia el coche, lo echó a andar y arrancó a toda velocidad.

LAS CONSECUENCIAS
Unas horas más tarde, el matrimonio de los Hill llegó a su hogar sin mencionar mayores detalles sobre lo sucedido. Tenían la ropa rota y algunos moretones en el cuerpo. Al paso del tiempo, ambos comenzaron a sufrir extraños padecimientos, pesadillas, alucinaciones, perturbaciones emocionales, repentinos cambios de estados de ánimo y problemas de salud sin explicación aparente.

Después de haber soportado las duras secuelas de las alteraciones mentales, la pareja acudió en busca de ayuda psiquiátrica con la finalidad de solucionar sus males. También decidieron informar su experiencia con aquel platillo volador a las autoridades encargadas de la investigación de fenómenos aéreos en el pueblo de Kensington, Maryland.

La instancia encargada de analizar los reportes sobre OVNIS, encomendó el caso al astrónomo Walter Webb y a un par de comisionados más. Tras un largo interrogatorio, la versión narrada por los Hill fue de alta credibilidad al mencionar de manera detallada cada momento del encuentro de tercer tipo que vivieron.

Cada pormenor de la historia fue dado a conocer en la declaración del matrimonio, sin embargo, hubo algo que no concordó en el relato: después de aquella parada que hicieron en el pueblo de Colebrook en su trayecto de regreso de sus vacaciones, debían haber llegado a su casa dos horas antes de lo previsto, por lo que, había 120 minutos perdidos de los que no pudieron recordar detalle alguno.

Después de haber sido parte de un largo tratamiento psiquiátrico, por el doctor Benjamin Simon, para tratar de rescatar los recuerdos escondidos en su subconsciente por la experiencia traumática vivida, fueron sometidos al proceso de la hipnosis.

Durante el estado mental de la hipnosis, el matrimonio de los Hill comenzó a recobrar la memoria sobre lo acontecido aquella noche de septiembre. Tuvo que pasar un año para conocer la historia completa de uno de los primeros casos de un encuentro del cuarto tipo documentado y estudiado de manera médica.

UN RECUERDO VIVIDO
Una vez que Barney regresó al auto aterrado por la apariencia de los ocupantes de la nave, aceleró y avanzó un buen tramo sobre el camino montañoso de Nueva Hampshide, hasta que, fueron alcanzados por el extraño aparato del que descendieron unos seres de apariencia humanoide pero con rasgos que parecían no ser de este planeta.

Sumidos en un profundo trance, la pareja salió del vehículo e ingresó al interior de la aeronave extraterrestre, guiados aparentemente por una fuerza sobrehumana que sobrepasa la razón. Ya adentro fueron sometidos a meticulosas pruebas físicas que los dejaron perturbados de por vida.

Durante el rapto del que fueron víctimas, una aguja de gran tamaño fue introducida a Betty por el ombligo, mientras que la dentadura postiza de su esposo generó extrañeza entre los tripulantes del disco volador. Barney usaba la prótesis dental desde hace varios años después de haber sufrido un accidente cuando servía al ejército.

Luego de haber sido dolorosamente examinados, Betty y Barney de repente se encontraban de nuevo en su auto en camino a su domicilio. Llegaron dos horas después de lo previsto, pero con severas secuelas psicológicas sin que pudieran recordar nada sobre lo ocurrido.

DE OTRO CUERPO CÓSMICO
Unos años más tarde, se encargaron de platicar su historia al escritor John G. Fuller, que narró en su libro ‘Viaje interrumpido’, publicado en 1966, y que incluyó las conversaciones íntegras que tuvieron en las sesiones con el doctor Simon, además, un mapa dibujado por la propia Betty donde se pueden ver distintos puntos unidos entre sí, la representación le fue mostrada por los tripulantes del platillo volador mientras estaba recostada en la plancha de acero donde fue examinada por los seres cuyo origen no era necesariamente de este mundo.

La ilustración llamó la atención de la profesora Marjorie Fish, quien se dio a la tarea de hacer una profunda investigación sobre el posible origen en la realidad cósmica plasmada por la señora Hill. Sus descubrimientos concluyeron que se trataba de un sistema estelar binario ubicado a casi 40 años luz de la Tierra.

Aunque no se determinó por qué específicamente ese punto del Universo estaba reflejado en la representación, la propia Betty refirió que los seres inteligentes que la secuestraron por dos horas, se comunicaron verbalmente con un inglés poco fluido y le aseguraron que el mapa se trataba de los lugares dentro del cosmos que habían visitado hasta ese momento.

La experiencia extraterrestre de Betty y Barney Hill generó especulaciones de todo tipo, incluso algunos médicos definieron lo ocurrido un caso de amnesia disociativa que generó la pérdida de memoria en la pareja y, eventualmente, fue necesario un trabajo mediante hipnosis para devolver esos recuerdos perdidos por el evento traumático derivado del estrés al que fueron expuestos.

Según información del Archivo Histórico de Excélsior, otra teoría apunta a un proceso de psicosis compartida en la que uno de los dos pudo haber experimentado delirio y haber transmitido este a su pareja. Aunque es poco común es un trastorno que puede ocurrir en episodios como del que los Hill pudieron evidenciar.

Barney murió de manera prematura alrededor de 1969. Por su parte, Betty sobrevivió hasta el año 2004 y siguió compartiendo su vivencia con periodistas y expertos. El contacto del cuarto tipo que la pareja afirma haber atestiguado marcó un precedente al ser el primer caso de abducción documentado. Posteriormente, surgieron investigadores del fenómeno OVNI a nivel mundial; fue ahí donde se sembró la milenaria duda sobre la existencia de vida inteligente en el Universo.

 

 

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