El último mensaje de una víctima de la masacre en Orlando

Omar había proclamado su fidelidad al Estado Islámico

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El último mensaje de una víctima de la masacre en Orlando / Foto: Agencia

Mina Justice dormía profundamente en la madrugada del domingo cuando un mensaje a su teléfono móvil la despertó sobresaltada a las 02:06 horas. Era su hijo Eddie: “Mommy I love you” (“Mamá, te quiero”). “In club they shooting”(“Están disparando en el club”).

Mina trató de ponerse en contacto con él. Llamó repetidas veces para asegurarse de que Eddy estaba bien, pero no obtuvo respuesta.

“Trapp in bathroom” (“Estoy atrapado en el baño”), leyó un minuto más tarde. El intercambio de escuetas frases se prolongó durante unos angustiosos minutos.

“¿En qué club?”, preguntó la madre. “En el Pulse. Llama a la Policía”. A las 02:08 horas llegó el peor mensaje de todos, el mensaje desde el infierno: “He’s coming. I’m gonna die” (“Viene hacia aquí. Voy a morir”).

Mina Justice ha compartido con los medios de comunicación la angustia que vivió durante los minutos en los que su hijo le relataba el terror vivido en el interior del club Pulse donde un hombre, Omar Mateen, abrió fuego contra las decenas de personas que se encontraban en el interior y acabó con la vida de 50 de ellas.

Se trata de la mayor masacre provocada por un tiroteo en Estados Unidos y el peor atentado en el país desde el 11-S. Mateen se atrincheró durante más de tres horas en el local hasta que a las cinco de la madrugada hora local (11.00 horas en España) las fuerzas del orden lograron abatirlo.

 Omar había proclamado su fidelidad al Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) antes de perpetrar la masacre y el grupo yihadista la reivindicó horas después. Eddy es una de sus víctimas.

Según su madre, era un joven al que le gustaba la gastronomía, el trabajo y hacer reír a quienes tenía a su alrededor. Sus últimos minutos de vida estuvieron marcados por el intercambio de mensajes de socorro y desesperación con su madre.

“¿Hay más heridos?”. “Yes. Lots” (“Sí. Muchos”), respondió el joven a las 02.42 horas.

“Still here in bathroom. He has us. They need to come get us”. (“Aún en el baño. Nos tiene. [Los policías] tienen que rescatarnos”)

“Is the man in the bathroom wit u?” (“¿Está el asesino en el baño?”)

“Yes” (“Sí”)

Después, silencio.

Durante horas, Mina no volvió a tener noticias sobre su hijo. La mujer acudió al hotel habilitado como centro de atención a familiares y amigos relacionados con posibles víctimas.

“Tengo un mal presentimiento”, explicó la mujer a los medios en el lugar.

 Por desgracia, su presentimiento era cierto. Eddy es una de las 50 personas que fueron asesinadas el pasado domingo en el club Pulse.