Ciudad de México.- Josué Avendaño se dice triste al estar frente a la iglesia Cristo Salvador, ubicada en Tlalpan, Ciudad de México. Fue en ese lugar donde su hermano Leonardo acudía a ayudar a las personas, y fue también aquí donde encontró la muerte.
“Era un lugar donde a él le gustaba estar, siempre le gustó ayudar a la gente y aquí era donde lo podía hacer. Tuvo todas las intenciones para poder ayudar y desgraciadamente aquí fue donde encontró su deceso”, señala.
Josué Avendaño. Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
Luego de un año y cinco meses, aproximadamente, desde que ocurrió el homicidio de Leonardo, vecinos de este recinto religioso desconocen lo que ocurrió con el padre Francisco Javier “N”, quien el 24 de junio de 2019 fue vinculado a proceso por este caso. Incluso, comerciantes que están cerca de la iglesia señalan que ignoran lo que pasó.
Sin embargo, Michel, de 20 años de edad, una de las habitantes de la colonia Miguel Hidalgo, Tercera Sección, donde se ubica esta iglesia, dice que hubo desconcierto cuando se informó sobre los hechos. Acota que al principio, cuando hubo polémica por la muerte de Leonardo, los vecinos comentaban cosas sobre el caso, pero que ahora se toca el tema ocasionalmente.
A unos metros de ella se encuentra otro hombre, quien no quiso proporcionar su nombre, pero señala que él dejó de ir a la iglesia cuando “empezó a pasar ese asunto”. El vecino acepta que cuando se detuvo al padre Javier, la comunidad no creía lo que había pasado.
“Para mí, (Javier) era un buen padre, atendía a la gente cuando necesitaba algo, ayudaba a la gente, pero no sé en realidad lo que haya pasado”.
Abierta al público
Situada en lo alto de una calle empinada, la iglesia Cristo Salvador permanece abierta al público, pero no hay presencia de feligreses. Al interior únicamente hay tres hombres, quienes realizan labores de restauración. Al lado de la parroquia se encuentra la casa donde habitaban el padre Francisco Javier y sus familiares, además de Leonardo, quien, de acuerdo con Josué, llegó a habitar ahí.
Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
En las puertas de la entrada hay carteles pegados que transmiten medidas para asistir a misa, los cuales se titulan “Regresemos alegres y seguros”, esto a causa de la pandemia por Covid-19. Al interior hay sillas individuales que están separadas unas de otras.
Josué Avendaño Chávez, de 34 años de edad, cuenta que la salida de su hermano de la casa parroquial se debió a que hubo problemas al interior de la iglesia, entre estos que empezó a perderse dinero, por lo que incluso Leonardo ya estaba en proceso para cambiarse de iglesia.
“En la iglesia se maneja dinero y no hay como un registro al 100, y empezaba a faltar, hubo problemas con los grupos, ‘que yo sí te pagué’, ‘y que yo no’, (Leonardo) ya no quería estar aquí”, dice Josué, quien acudió este martes a la casa parroquial para recoger unas cosas de su familiar.
Dicha entrega no pudo realizarse debido a que la hermana del padre Francisco Javier no se encontraba.
“Entre las pruebas que ya se terminaron y sobre todo reforzaron es que mi hermano sí llegó aquí a la iglesia, con la ubicación de las cámaras del C4, se hizo un peritaje en la camioneta, se hizo la necropcia de ley más a detalle, sobre todo para que se esclareciera cuál fue la causa de muerte y no que había sido por un accidente o algo por ese estilo, más bien a él lo mataron… Tiene golpes de tortura y que lo asfixiaron, esa fue la muerte oficial”, explica.
Josué Avendaño frente a la casa parroquial donde su hermano vivió, propiedad ubicada a un lado de la iglesia Cristo Salvador. Foto: Germán Espinosa. EL UNIVERSAL
El familiar de la víctima refiere que en este mes se celebrará otra audiencia en el Reclusorio Oriente, donde se encuentra apresado el cura Francisco Javier.
Cronología. La muerte del seminarista
Anteriormente, EL UNIVERSAL informó que la revisión de por lo menos 10 cámaras de vigilancia del C5, así como de particulares en las inmediaciones de Iztapalapa y Tlalpan, permitieron a la entonces PGJ establecer que Leonardo Avendaño pasó las últimas horas de su vida con su supuesto agresor.
Con esa información, autoridades armaron la cronología y la ruta del homicidio. Señalaron que a las 22:56 horas del 11 de junio de 2019, el vehículo de Leonardo se dirigió al domicilio del sacerdote, en Bonfil y M. Dávila. A las 23:03 horas la víctima se comunicó con un amigo para avisarle que llegó a la casa del presunto responsable.
Posteriormente, de las 23:04 a las 03:16 el vehículo de Avendaño permaneció en Bonfil y M. Dávila, a las 03:27 el automóvil de Leonardo circuló por la carretera Pichardo Ajusco y a las 03:30 horas las cámaras del C5 identificaron un segundo vehículo que iba rumbo al lugar donde encontraron el auto y el cadáver del joven.
A las 03:48 se captó el vehículo de Leonardo en el paraje de la colonia Héroes de 1910, alcaldía de Tlalpan; a las 03:49 horas se registró el arribo del segundo vehículo al sitio donde estaba Avendaño Chávez y a las 04:01 el segundo vehículo se retiró.
Un caso mediático
El homicidio de Leonardo sucedió unos días después del secuestro y posterior asesinato del universitario Norberto Ronquillo, quien desapareció el 4 de junio de 2019 y cuyo cadáver se encontró después en Xochimilco.
En su momento, autoridades capitalinas calificaron estos casos como de “alto impacto” y aseguraban tener avances para su resolución.
(EL UNIVERSAL)
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