Debate en Reino Unido por uso obligatorio de tacones en oficinas

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Barcelona (Barcelonès) 16/04/2013 Foto para archivo de zapatos de tacones ZAPATO TACON Foto DANNY CAMINAL

La secretaria de Estado para la Mujer y la Igualdad en el Reino Unido, Caroline Dinenage, llamó a un debate parlamentario a las empresas para desterrar los códigos de vestimenta para las mujeres “sexistas y desfasados”.

Diputados de la Cámara de los Comunes analizaron en una sala adjunta del palacio de Westminster una petición ciudadana con más de 150 mil firmas que reclama medidas para evitar que las mujeres puedan ser obligadas a llevar tacones altos en sus puestos de trabajo.

“Debemos redoblar nuestros esfuerzos para lograr un cambio significativo” en ese terreno, afirmó la política conservadora al término de una sesión en la que no se votó la propuesta ciudadana.

“Llevar o no llevar tacones debería ser una decisión completamente personal y no depender de un dictamen laboral cuestionable y desfasado de los años 70”, dijo Dinenage, que subrayó que el Gobierno británico “condena con firmeza códigos de vestimenta como esos, cuando sus efectos son discriminatorios”.

El debate ha llegado al Parlamento a raíz del caso de la recepcionista Nicola Thorp, que en 2015 hizo público que fue enviada a casa cuando trabajaba para la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) -contratada por la agencia de empleo Portico- por no llevar tacones lo suficientemente altos.

La diputada laborista Gill Furniss relató por su parte durante la sesión cómo su hija sufrió una fractura de un hueso metatarsiano durante un trabajo en el que estaba obligada a usar tacones y pidió al gobierno acciones para evitar situaciones “humillantes y degradantes” como esa.

“Todas sabemos que, en algunas profesiones, permanecer de pie en tacones altos durante un turno de ocho horas es lo normal”, lamentó Furniss, que subrayó que esas prácticas pueden provocar diversas lesiones y patologías.

La presidenta del Comité de Peticiones de los Comunes, la también laborista Helen Jones, señaló por su parte que en los últimos meses han reunido pruebas de códigos de vestimenta “discriminatorios” y “completamente censurables” en el Reino Unido.