Con esperanza y valentía laboran en hospital Covid de Chihuahua

0
511

Chihuahua.— Cruzar la línea Covid-19 en un hospital es un momento difícil no sólo para los pacientes, también para el personal médico que debe vencer el miedo para hacer frente al virus más infectocontagioso de los últimos tiempos.

La pandemia provocada por el coronavirus alcanzó al Hospital Central Universitario, un edificio que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) declaró monumento histórico y cuya primera piedra fue colocada en 1894.

Las paredes centenarias de este hospital, ubicado muy cerca del corazón de la capital del estado, albergan ahora la esperanza de los chihuahuenses y sus familias que llegan con síntomas de Covid-19, pero también la fe y valentía del personal de salud que desde hace meses trabaja en horarios extendidos para prepararse y hacer frente a un enemigo que ya mató a decenas de miles en el mundo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor Jesús Lozano, asesor de la Dirección Médica del Instituto Chihuahuense de la Salud (Ichisal) y coordinador de la reingeniería de este y otros hospitales en la entidad, reconoció que la primera tarea para liderar este equipo ha sido fortalecer el ánimo de sus colegas.

“Nunca había sucedido algo parecido a esto (…) Ha sido difícil en el ámbito del temor, terror, miedo y estrés que tienen todos, incluso con la duda de participar”, afirmó el galeno.

hospital_chi_03_112892512.jpg
Ante la crisis sanitaria que afecta al mundo, el personal de salud debe vencer el temor para hacer frente al virus más infectocontagioso de los últimos tiempos.
Jesús Lozano trabaja con su equipo desde el convencimiento y el hacer conciencia porque, asegura, el miedo puede ser factor de riesgo.

“Debemos evitar que por el mismo temor alguien resulte contagiado”, reconoció el doctor, puesto que la inexperiencia de algunos puede ser un foco de contaminación.

El doctor Lozano comenta que tiene un hijo que es médico interno y que fue retirado de los servicios de salud por su propia seguridad.

“Mi hijo no quería retirarse, quería quedarse a ayudar”, dice, no obstante, sabe que el personal que actualmente trabaja haciendo frente a la pandemia tiene experiencia, aunque reconoce que el nivel de infectocontagiosidad del coronavirus es muy distinto a lo visto anteriormente.

El doctor Lozano, al igual que el resto de sus colegas, concluye sus tareas en los hospitales y debe regresar a casa. Es ahí donde su rol de padre lo obliga a tomar medidas extremas, sin dejar de lado que pide a su familia ser un ejemplo para la sociedad, en términos de aplicar estrictamente las medidas preventivas.

“A la familia hay que enseñarle y educarla para que ellos sean ejemplo en esta situación, para que no salgan de casa y que tomen todas las medidas de higiene y limpieza que estamos pidiendo a toda la población”, expuso.

hospital_chi_02_112892503.jpg
Para el manejo de los pacientes que requieran ser intubados en el área más crítica, el personal médico debe portar un traje tyvek , entre otros aditamentos especiales.

Reconvertir un hospital

El trabajo de reconversión de los hospitales del gobierno de Chihuahua, que encabeza el doctor Lozano, es una tarea meticulosa que demanda procesos establecidos para la seguridad del paciente y del mismo personal de salud, que teme resultar contagiado.

Explicó que la gente con otros padecimientos llega aterrorizada a los hospitales porque no tiene claro que el trabajo de reconversión consiste precisamente en aislar cualquier riesgo en las unidades Covid-19.

En este sentido, y haciendo un recorrido por el área, detalló que se organizó el flujo de pacientes, de tal manera que el hospital quede dividido en dos partes: una ruta respiratoria y una hospitalaria mixta; en el primer caso se determina la gravedad del paciente y es canalizado a su casa o al hospital, y en el segundo se atiende otro tipo de padecimientos, de esta manera se evita el contacto entre enfermos.

Actualmente, el gobierno de Chihuahua trabaja en la reconversión de tres hospitales, el Central Universitario, el General de Ciudad Juárez y una clínica del ISSSTE que no ha sido inaugurada pero que ya recibe tratamiento para convertirse en unidad Covid-19.

En el caso de que el paciente requiera hospitalización, es ingresado a Urgencias, también dividida en dos: una sala de choque con ventiladores fijos para pacientes de extrema urgencia y una sala de observación respiratoria para los que no requieran un manejo de terapia crítica. Las personas consideradas como de extrema urgencia también podrían ser enviadas directamente a terapia intensiva respiratoria, si su condición así lo demanda.

hospital_chi_04_112892515.jpg
El nosocomio está dividido en dos partes: una corresponde a una ruta respiratoria y otra a una hospitalaria mixta; de esta manera se evita el contacto entre enfermos.
Para el manejo de los pacientes que requieran ser intubados en el área más crítica, el personal debe portar un traje tyvek más su ropa y gorro quirúrgico, otro gorro, dos pares de guantes, botas o cubrebotas, una mascarilla de protección, otra N-95 y una careta protectora para el momento de hacer intervenciones en la ruta crítica a la que sólo tendrá acceso el personal más experimentado.

Mientras que la reconversión hospitalaria avanza por fases bajo la dirección del doctor Lozano, éste reconoció que la ciudadanía chihuahuense, en su gran mayoría, los ha tratado con madurez y respeto.

“Es cierto que las personas acuden a nosotros con temor, pero en general, quiero agradecer a nuestra gente su nivel de madurez, pues se ha acercado más a ayudarnos que a agredirnos”, reconoció.

Aunque se ha dicho que no hay infraestructura médica suficiente, el doctor Lozano detalló que la meta que se ha planteado el gobierno local es contar con 300 ventiladores en el Sistema Estatal de Salud.

Finalmente, el médico Lozano pidió a la población mantenerse en casa, mientras ellos ponen todo su esfuerzo contra el Covid-19.

Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!