Caries: ¿el peor enemigo de el hada de los dientes?

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Es indispensable que quien cepille esos pequeños dientes durante 2 minutos, 2 veces al día, seas tú, sí tú, adulto. (laserdent.cl)

CDMX.- Un hada es un ser femenino con poderes mágicos. Y si esa magia existiera, la terrible hada de los dientes no tendría dominio.

No se espanten, no hablaré de Matilda Dixon, personaje de la película Darkness Falls. Me refiero a una enfermedad que desmineraliza y destruye a los dientes: LA CARIES

Algunos adultos, sino es que la mayoría, poco se preocupan por la falta de piezas dentales o de la higiene bucal. Les da igual si los dientes están amarillos, con sarro, caries o mal aliento.

Este último, ni siquiera lo detectan, están tan acostumbrados a su vaho pestilente que solo lo recuerdan cuando alguien lo comenta, pero no les afecta, porque ya están grandes y no viven de su apariencia.

Sin embargo, basta con que les duela un molar para hacerlos chillar como niños por el malestar. Y la frase de Bernard Shaw: “La vejez tiene dos ventajas: dejan de dolerte las muelas y se dejan escuchar las tonterías que se dicen alrededor”, resulta no ser tan certera.

Así que cuando me indicaron que a mi hija era necesario realizarle una endodoncia, por un golpe que se dio en los dientes frontales y estos comenzaron a ponerse negros, me espanté, enojé y acepté el proceso.

Después de varios estudios, afortunadamente el diente ya no cambió de color y el dentista comentó que sus dientes pudieron salvarse gracias a que estaban saludables.

Posteriormente, detectó pequeñas grietas en los molares y me comentó que eran caries. Consideré aplazar la visita puesto que eran unas diminutas líneas sobre el diente y creí que con un cepillado abundante desaparecerían.

Grave error, no fue así. La caries NO DESAPARECE CON CEPILLADO. Por contrario, siguió alimentándose de la pulpa del diente, al grado de que cuando volvimos a visitar al dentista, ya había un hoyo en la muela. De nuevo el médico me sugirió un tratamiento de curación y prevención para todos y cada uno de los dientes.

Una vez que salen los dientes de leche se deben cuidar como si fueran los permanentes. Desde que le brota el primer diente al bebé se debe hacer un leve cepillado sin pasta dental y evitar azucarar las bebidas que se le dan.

Es típico escuchar a la gente decirte: déjalo que se coma la palanqueta, si de todos modos se le van a caer. O indicarte: ponle azúcar a la leche para que se la tome.

No lo hagas. Y si detectas que alguno de los dientes comienza a tener caries, debes restaurarlo para que no lo pierda. Algunos bebés incluso en el proceso del brote de sus piezas dentales le salen ya infectadas porque no tuvo el aseo adecuado.

El cepillado no elimina la caries, esta solo la debe eliminar el dentista que analiza las manchas blancas, sarro y placa. Y después de eliminar lo dañado debe rellenarlo con una amalgama o pasta especial.

La caries es contagiosa y transmisible, así que el compartir vaso, cubiertos, cepillo de dientes, o besarlos en la boca o soplarle a su comida son errores fatales. El culpable de este contagio es la bacteria Streptococcus mutans y la colonización temprana de la boca del niño por dicha bacteria es a través de la saliva de los adultos.

Debes llevar al niño a su primera visita al dentista cuando cumpla un año de edad, el médico te enseñara técnicas de cepillado y hará un calendario de visitas. Así como recomendarte qué pasta dental usar, ya que los niños menos de 2 años no deben usar dentífrico y después de esa edad deben usar pasta dental con flúor menor a 500 ppm.

Nunca mandes al niño a cepillarse los dientes por sí mismo, ya que la mayoría juega con el agua, chupan el cepillo, se comen la pasta de dientes o se vacían el tubo en una sola tallada.

Es indispensable que quien cepille esos pequeños dientes durante 2 minutos, 2 veces al día, seas tú, sí tú, adulto.

Después de cepillar los dientes hay que limpiar la lengua ya que está llena de gérmenes.

Algunas veces es necesario el uso de hilo dental, sin embargo este se sugiere después de los 9 años y sólo si se detecta que hay dientes encimados o recargados y previo consulta con el especialista.

En el caso de los bebés es importante que después de su fórmula o leche materna nocturna se laven los dientes con una toallita, ya que el no hacerlo, mantendrá acumuladas las bacterias necesarias para la aparición de la caries.

Es importante que NO SE DEJE DORMIR AL BEBÉ CON EL BIBERÓN.

El consumo alto de azúcar y la acidez, jugos, galletas, refrescos o dulces o golosinas, sobre todo los chiclosos que se adhieren más fácil a los dientes determinara la aparición de la caries. Las golosinas que combinan picantes y dulce típicos ahora en septiembre son bombas para los dientes ya que combinan el exceso de azúcar y la acidez.

La acidez de los jugos es el ambiente ideal para que la caries se instale, por lo que se sugiere los ingieran sólo durante la comida, así el ácido no estará tanto tiempo en contacto con los dientes.

No es difícil limitar a que un niño no ingiera tanta azúcar, lo complicado es que los adultos pongan reglas que nunca usaron.

Así que si eres flojo u olvidadizo para lavar o lavarte los dientes, por lo menos trata de no comer tanto agridulce, evita el pan y refrescos.

O mejor aún, qué tal si lavas 2 veces al día durante 2 minutos tu boca nauseabunda. Es más rápido que hacer del baño.


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