NUEVO LAREDO.- El Año Nuevo está por llegar y para muchos representa un día de celebración, cena, fiesta, regalos y otras cosas, sin embargo para los pequeños Ángel y José es un día más que dormirán en el suelo, pasando frío, hambre y con la tristeza de no tener una cena caliente sobre su mesa.
Estos hermanitos viven en la colonia Olivos 2, en una casa que no cuenta con electricidad y carecen de alimento, además de tener que soportar los intensos fríos con algunas cobijas y durmiendo en el piso.
“Aquí las calles están muy feas y se me rompen los tenis, me hace falta ropa y no tenemos cama”, expresó el pequeño Ángel Falcón Martínez de 11 años, mientras contemplaba con tristeza el interior de su casa.
Por otro lado, José Ricardo que es el hermano mayor, aseguró que lo único con lo que cuentan es con un poco de ropa, a veces comen y a veces no, y su vieja bicicleta, esa que tienen que compartir como buenos hermanos y amigos de aventuras.
“Siento triste porque vivimos mal y nos la pasamos en el frío, no tenemos una cama, de repente batallamos con la comida y no tenemos muchas cobijas. Cuando nos vamos a dormir tendemos algo en el piso y ahí nos acostamos pero si me siento mal porque no tenemos nada”, dijo.
Ambos menores se encuentran bajo el cuidado de su tía y su abuela, quienes lo han apoyado tras quedar sin el apoyo de sus padres bilógicos.
“Es un sector muy feo y lamentablemente nosotros batallamos mucho. A los niños les hace falta zapatos, ropa y un colchón para que puedan dormir bien y ya no se enfermen tanto. Nos sentimos mal porque como el día de Año Nuevo nos la vamos a pasar tristes, sin luz, sin regalos para ellos porque no hay dinero”, aseguró con tristeza María, tía de los menores.
En este hogar viven seis personas, María Alejandra Salas Martínez, tía de los niños, quien está embarazada y es madre de otro menor, la abuelita y un joven más; todos ellos tratan de salir adelante sin embargo hasta el momento la vida les ha dado golpes fuertes que los mantienen en estas condiciones de precariedad.
“La verdad es muy triste estar así, más que nada por ellos, uno como quiera se aguanta pero ellos son niños inocentes y no saben por qué les tocó vivir así”, dijo María.
Finalmente al cuestionar a los hermanitos sobre qué querían recibir de regalo el día de Reyes Magos, su respuesta fue: “lo que sea, algo de comida y una bicicleta porque en esa nos caemos a cada rato”.
En Navidad el único regalo de Ángel y José fue una gorra.
Para quienes deseen apoyar a esta familia y especialmente a los niños que requieren alimento, ropa, zapatos, mochilas para la escuela y que sueñan con una bicicleta, pueden comunicarse al 8671261491 con la tía de los pequeños, o visitar el hogar ubicado en calle Honor y Boulevard Rea #9403.
El sueño de José Ricardo es crecer y convertirse en Bombero para ayudar a su familia y la de los demás.
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