Alejandra Guzmán celebra 35 años de carrera junto a su madre Silvia Pinal como invitada de honor

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CIUDAD DE MÉXICO.- Alejandra Guzmán, irreverente, atrevida y con un look muy rockero, con delineado negro en los ojos y cabello planchado que le cubría el rostro, salió al escenario de la Arena Ciudad de México, siempre difícil de llenar.

Pero aunque la asistencia fue del 50% del aforo total del recinto, los fieles a la cantante se hicieron sentir, con gritos y aplausos, pero sobre todo baile, mucho baile, siguiendo el paso y la energía de una Alejandra que no pareciera tener más de 50 años.

Caminando en tacones altos por el escenario, gritando y cantando con pasión para sus seguidores con su característica voz aguardentosa, y esa risa contagiosa, la cantante disfrutó de la celebración de 35 años de carrera, y no olvidó incluir en el show lleno de luces, a las dos personas que iluminaron su camino artístico.

Por una parte, Silvia Pinal, que aunque no se dejó ver en la celebración, Alejandra la recordó durante el concierto y señaló exactamente al centro de la grada, en dirección a los palcos de la Arena, a dónde todo el público volteo buscándola, sin tener éxito.

“Gracias mami, por estar aquí, por darme la vida y enseñarme cómo debo ser en el escenario”, expresó Alejandra.

Pero después del momento emotivo de la noche, el desparpajo continuó, y el rock se apoderó de la atmósfera con “Mala Hierba”, “Reina de Corazones”, que hizo explotar las tarolas de la batería en vivo, que fue acompañada por los brincos del público en la Arena.

En contraste, nuevamente llegaron las baladas, ahora con la cantante acompañada por el dueto Río Roma, con quienes interpretó uno de sus últimos éxitos “Día de suerte”, que compuso para la telenovela “Una familia con suerte”, protagonizada por Arath de la Torre y que quedó grabada en sus fans que corearon de principio a fin.

Pero no podían quedar atrás clásicos de Alejandra, como “Ten Cuidado con el corazón”, o “Hacer el amor con otro”, de los temas más aclamados por su gente.

Y para cerrar, no se olvidó también de su padre, que no sólo fue quien inspiró el rock en Alejandra, sino también fuera iniciador del rock and roll en toda la escena mexicana, Enrique Guzmán.

“La Plaga”, y “Popotitos”, provocaron que entre el público en la zona general se pusieran a bailar en parejas, sacando los mejores pasos, pero incluso el baile también llegó a la grada, por muy empinada y reducida que fuera.

Así, se despidió la rockera, que tras cancelar un concierto en Hermosillo, continuó alegre su gira por la capital, y continuará el próximo 4 de noviembre con un show en Los Mochis, Sinaloa.

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