Afecta a industria Tamaulipeca depreciación del peso mexicano frente al dólar

La caída del peso ha aumentado los gastos de las maquiladoras 10 mil millones de pesos, lo que ha ocasionado que algunas inversiones se vayan del país definitivamente.

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Ciudad Victoria, Tamps.- Uno de los principales motores de la economía de Tamaulipas enfrenta un panorama adverso como consecuencia de la depreciación del peso mexicano frente al dólar norteamericano; las manufacturas se están yendo y sus gastos han aumentado más de 10 mil mdp.

El viernes, el mercado al menudeo cotizó al dólar norteamericano en un nuevo máximo histórico 19.65 pesos en el final de lo que fue una de las peores semanas del año, causada por la aversión al riesgo de parte de los inversionistas fue la principal causa que afectó al peso y otras monedas de economías emergentes.

En lo que va del presente año, la moneda mexicana se ha depreciado poco más del 11.5% según analistas del mercado cambiario. Entre finales de 2014 y finales de 2015, el peso se depreció más del 21 por ciento.

En el lapso, las maquiladoras de Tamaulipas gastaban 18 mil 339 millones de pesos en la compra de insumos importados mientras que a finales de 2015, la inversión de los departamentos de finanzas de la industria manufacturera se acercó a los 28 mil millones de pesos, un encarecimiento del 52 por ciento.

Se trata de un encarecimiento de 9,708 millones de pesos, cifra no vista en la historia económica reciente, además de que las empresas exportadoras de bienes manufacturados, importan 3 veces más de lo que compran a productores locales.

Por el contrario, los ingresos provenientes del exterior para este tipo de empresas se han mantenido en los mismos niveles del año pasado lo que podría provocar severos daños a las competitividad en uno de los motores estratégicos de la economía de Tamaulipas.

Una combinación de factores externos como el desplome en los precios internacionales del petróleo, la incertidumbre sobre la política monetaria y las tasas de interés en Estados Unidos, la salida de Gran Bretaña del euro, y ahora el probable triunfo del republicano Donald Trump en el proceso electoral en Estados Unidos ha agravado la vulnerabilidad de la moneda mexicana.

La volatilidad en los mercados cambiarios provoca la presión más intensa en las tesorerías de las empresas tamaulipecas de manufactura que consumen insumos provenientes del exterior y afecta a las expectativas de inversión, consumo y producción de la estructura productiva estatal por el vínculo que existe de la economía de Tamaulipas con la economía norteamericana.

Solo en la frontera de la entidad se ubica el 80 por ciento de las 135 mil empresas que operan en la entidad, las cuales importan en el 80 por ciento de sus insumos. En suma, el dólar caro si bien hace más competitivas las exportaciones, perjudica a todos los participantes de una economía como la de Tamaulipas.

¿Quiénes ganan?

Sin embargo, un peso fuerte o una debilidad del dólar afecta a otro sector fundamental en la economía de Tamaulipas, además de la propia industria manufacturera que exporta la gran mayoría de sus productos hacia Estados Unidos: los hogares que reciben remesas.

Una depreciación del dólar afecta positivamente en el rendimiento de las remesas que llegan al Estado mensualmente y que representan el complemento del ingreso de más de 30 mil familias, quienes son menos pobres de lo que ya son, gracias precisamente a los dólares que históricamente han llegado a estas comunidades ubicadas principalmente en el centro de Tamaulipas.

En lo que va del año, han llegado a la entidad unos 320 millones de dólares.

Al menos 12 mil de estos hogares tienen familiares residiendo permanentemente en la Unión Americana. En seis mil hogares, algún miembro de la familia va y viene a Estados Unidos a trabajar. Los análisis al respecto sugieren que la mayoría de estos recursos se aplican en el consumo de bienes duraderos por lo que su impacto como efecto multiplicador es muy reducido.

Además, el impacto de la depreciación del peso no será sostenible.

El Banco de México estima que si bien las remesas han constituido una fuente importante de recursos para familias receptoras, principalmente para el consumo y manutención, incluyendo el gasto en salud y educación, no son una fuente de ingresos sostenible a largo plazo por diversas razones, como establecimiento de segundas generaciones de mexicanos en Estados Unidos.

Esto puede provocar que el flujo anual de emigrantes pueda variar demasiado y provocar que el dinero que viene del extranjero por esa vía disminuya sensiblemente.

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