Es tiempo de avanzar…
Desde pasar por la muerte de alguien querido hasta sufrir un trágico accidente, los sucesos que vives en la infancia pueden convertirse en un terrible trauma que afecta tu vida. Ya sea que tengas claro el hecho traumático, o no, hay maneras en las que puedes comenzar a sanar.
El problema es que si creaste barreras (provenientes del trauma) en tu infancia, éstas pueden estar interfiriendo en tu vida ahora. Por ejemplo, impidiéndote crear lazos afectivos verdaderos con tus parejas. Por eso la importancia de trabajar para poder derribarlas.
Claro, el cambio en un proceso, pero puedes iniciarlo aplicando estas 4 maneras de sanar las heridas de un trauma de la infancia, están recomendadas por Robert Taibbi, terapeuta de familia y autor de libros como “Clinical Supervision”. Sigue leyendo…
Lo primero que tienes que hacer es ser honesta contigo misma al respecto de cómo ves el mundo y haces frente a los problemas. Al hacerlo, podrás ir separando el paso del presente, pudiendo identificar las limitaciones que posees como ser humano.
#2 Escribe
Una vez que ya te conoces más, es importante que cierres etapas. Así que, escribe una carta dirigida a la persona con quien relacionas tu trauma (por ejemplo, tus padres que se divorciaron cuando eras niña), en donde le digas lo que sentiste en aquel momento y que no podías expresar.
Después, recomienda Taibbi, redacta una segunda carta en la cual pidas a esa persona todo lo que necesitas saber: que lo que pasó no fue tu culpa, una disculpa sincera o que te aman. Sé completamente honesta y detallada, en ambos escritos.
Es momento de dar un gran paso: deja de ser esa niña asustada y comienza a ser más adulta. Haz este experimento, inicia por expresar lo que realmente piensas; céntrate más en el presente que en el futuro (que tan aterrador ves) y trata de dejar ir la ira (para esto meditar puede ayudarte).
#4 Busca apoyo
Es cierto que si es un trauma, es complicado que puedas eliminarlo tú sola. Y que ahora necesitas la ayuda que no recibiste de pequeña. Sé que se necesita mucho valor para animarse a buscar a un profesional, pero toma en cuenta que si ya diste el primer paso, que es querer superarlo, ya has sido lo suficientemente valiente.
Sanar una herida de trauma no es imposible, ahora que eres adulta está en tus manos tener la vida que deseas. Y si eso implica modificar ciertas conductas, hazlo. Recuerda que todo es para tu bien, porque mereces lo mejor.
