La ventaja de la lucha contra el zika respecto a otros virus más letales, como el dengue, es que la vacuna que intentará frenarlo parece más fácil de desarrollar, como explica la bioquímica argentina Silvia Gold, quien está involucrada en uno de los proyectos para conseguirla y que espera tenerla lista en dos años.

La Fundación Mundo Sano que preside Silvia forma parte de una alianza internacional con una farmacéutica estadounidense y otra argentina para desarrollar una vacuna contra el zika, que en marzo próximo podría ensayarse en humanos.

“Empezamos este proyecto esperanzados, creemos que va a haber vacuna, seguramente habrá más de una, pero confiamos en nuestra tecnología”, asegura la experta, cofundadora del grupo farmacéutico Chemo. El proyecto se encuentra en una fase avanzada.

El laboratorio Protein Sciences consiguió una proteína que ya produjo respuesta inmunológica en animales y superó las primeras pruebas de toxicidad. Se trabaja en otras dos proteínas “para estar seguros” de cuál es la más eficaz.

“Con una podríamos avanzar, pero la estrategia de Protein Sciences es conseguir la mejor proteína. El plan es desarrollar tres y elegir la más potente”, dice Silvia.

Cree que en dos años la vacuna estaría en el mercado y asegura que la FDA está “muy interesada” en que exista cuanto antes.

“Todas las agencias regulatorias tienen una especie de vía rápida, cuando hay un problema de salud importante habilitan caminos más rápidos. No acortan sus exigencias, pero sí sus plazos de revisión”, apunta.

Admite que el zika es una enfermedad preocupante, pero pide calma. “No tiene que cundir la alarma” porque en sí no es grave salvo en embarazadas, ya que puede causar malformaciones en el feto, como microcefalia.