NUEVO LAREDO.- Ana María Aquiles, una mujer originaria de Cuba, quien tuvo que dejar su patrimonio que con sacrificios construyó, hoy se encuentra sentada en una esquina frente al Puente I, con una cobija sobre los hombros, orando y confiando en que el próximo Presidente de los Estados Unidos les brindará la oportunidad de retomar su camino e ingresar al país vecino, tal y como lo habían planeado.
“Estamos agradecidos por las bendiciones tan grandes, cuatro iglesias nos están ayudando con agua, alimento, cobijas por el frío. Estamos agradecidos con todo el pueblo de México y los hermanos cubanos que están allá en Estados Unidos, aquí vamos a estar porque tenemos fe de que vamos pasar”, aseguró la isleña.
Al cuestionarla sobre qué harán si en algún momento Donald Trump les niegue el acceso a Estados Unidos o el apoyo ante la situación que enfrentan respondió:
“Eso en mi mente no está, solo le pido a Dios que le dé mucho amor en su corazón y que diga que sí, porque no es fácil lo que nos está pasando, imagínate como estamos, hechos polvo”, expresó.
Aún con las inclemencias del tiempo, las necesidades y el dolor, la fe y perseverancia de los cubanos situados en Nuevo Laredo permanece y se hace fuerte, gracias al apoyo de decenas de familias y organizaciones, que diariamente acuden a su protección y auxilio, llevándolos un poco de comida, agua y sobre todo apoyo moral, ante esta difícil situación.
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