Vivimos en un exilio global: Norman Manea

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El autor afirmó que la situación de sufrimiento y de dolor han sido y serán siempre parte de la historia del mundo. (thedailybeast.com)

GUADALAJARA, Jal.- La errancia ha marcado la existencia del escritor rumano Norman Manea, también la errancia ha determinado las temáticas que explora su literatura. Esa literatura que abunda en las lecciones de la memoria, la absurda violencia del siglo pasado, sus repercusiones en el presente y la identidad itinerante ha sido galardonada con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2016 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“En mi obra hablo siempre del judío errante, sin embargo en la actualidad no solamente hablamos de un judío errante, el errante en la actualidad es el ciudadano, el migrante, cualquier persona que va de aquí para allí; vivimos en un exilio global, como me gusta a mí denominarlo, entonces el judío errante se convierte en un ciudadano del mundo”, señaló el escritor nacido en Bucovina, el 19 de julio de 1936.

En enlace telefónico desde Estados Unidos, el autor de “El regreso del hooligan”, “Felicidad obligatoria”, “Payasos”, “El dictador y el artista” y “La quinta imposibilidad” dijo que el sufrimiento que se vive en el exilio o bajo las dictaduras no es único y que no es particular su caso ni en el de cualquier persona.

“Como individuo o como sociedad, el problema también radica en que la sociedad es centrífuga, el mundo ha perdido el centro, ha perdido su centro y lo que está buscando cada persona es la paz, la esperanza, el anhelo, el goce, el disfrute. Entonces mi vida y mi trabajo acentúan estas situaciones del siglo pasado y del siglo presente, en el cual una vez más vemos esta situación de sufrimiento pero que a la vez está marcada por la tenacidad, vitalidad y la resiliencia”, dijo el intelectual.

El nuevo Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances es el primer escritor rumano que obtiene este galardón que han recibido autores como Enrique Vila-Matas, Claudio Magris, Yves Bonnefoy, Fernando del Paso, Antonio Lobo Antunes, Fernando Vallejo, Carlos Monsiváis y Nicanor Parra.

El autor, que es reconocido por el conjunto de su creación y recibirá un premio de 50 mil dólares, afirmó que la situación de sufrimiento y de dolor han sido y serán siempre parte de la historia del mundo, de la historia del hombre, el sufrimiento profundo e ilimitado.

“En mi caso y en el de otras personas, hemos sido exiliados, deportados y muchos de ellos en ocasiones han tenido que regresar a sus países sintiendo en carne propia esta situación de haber sido extraídos de su origen y por ende el sufrimiento”, aseguró el escritor de 80 años, electo por unanimidad.

Siempre la censura. El autor de una obra inmensa, que a decir del jurado no puede definirse por los géneros literarios tradicionales, señaló que los países libres tienen otra forma de censura, responden a otro tipo, a otro poder, a una censura ambigua con un toque de locura. “Prefiero el caos que teníamos antes”.

Los grandes temas de Norman Manea son las lecciones de la memoria, la absurda violencia del siglo pasado, sus repercusiones en el presente y quizá por sobre todo, la cuestión de la identidad itinerante.

Su gran apuesta está también en el humor. Manea dijo que el humor siempre es la última solución cuando no tenemos o no podemos echar mano de ninguna otra. “Llamémosle censura o dictadura, el humor puede ser peligroso para aquellos que se encuentran en el poder, para aquellos con los cuales nos definimos con humor perspicaz, es nuestra responsabilidad y de ahí la importancia de utilizarlo con cautela”, afirmó el autor que fue electo entre 54 candidaturas de 23 países.

Sus ligas con México. El personaje central de toda su obra es el judío errante encarnado en múltiples personalidades y épocas. “La vieja Europa y el Nuevo mundo se entrelazan en la obra de Manea para servir de escenario a sus peregrinaciones, con un acusado sentido del humor, muchas veces negro”, así lo dice el Acta del Jurado integrado por Alberto Manguel, Ottmar Ette, João Cezar de Castro Rocha, Jerónimo Pizarro, Mercedes Monmany, Louis Chevaillier y Philipe Daros.

El narrador, cuya obra ha sido traducida a más de 30 países, pasó sus primeros años en un campo de concentración, vivió bajo la dictadura comunista y luego en el exilio, habló de la censura y del humor, de sus lazos con Latinoamérica a través de autores como Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges, y de la cercanía con México mediante la amistad con Octavio Paz.

Dijo que Paz lo invitó a venir en 1990 para dictar “una conferencia excelsa” sobre “Los colores del comunismo”; luego, en 2014, regresó para participar en los homenajes por el Centenario del Nacimiento del Nobel mexicano.

Antes, en los 60, el sistema se abrió en cierta forma y pudieron ser traducidos al rumano autores latinoamericanos. Quedó fascinado con cierto humanismo que descubrió en esos autores, conoció a Sábato y Borges, descubrió personajes y tramas intensas, una lucha por la libertad de expresión. “Me fascina la energía”, señaló.

Ahora está listo para visitar por tercera ocasión nuestro país. El galardón le será entregado en la inauguración del encuentro que se realizará del 26 de noviembre al 4 de diciembre.

“Veo en esta visita a México una oportunidad de diálogo intrínseco, explícito y también implícito”, señaló el escritor cuya obra circula en México. En la librería El Péndulo está “La quinta imposibilidad: Judaísmo y escritura”, en $470; “El sobre negro” y “Payasos: el dictador y el artista”, ambos a un precio que ronda los $350.

En El Sótano están Felicidad obligatoria, “El regreso del Hooligan”, “El sobre negro”, “La guarida” y “El té de Proust”. Todos están disponibles a precios inferiores a los $100. Porrúa tiene disponible en formato ePub sus obras en inglés.

El anuncio del Premio FIL estuvo presidido por Raúl Padilla, presidente de la FIL. Previo al evento hubo un minuto de silencio en memoria del escritor Ignacio Padilla.