NUEVO LAREDO.- Para el médico pediatra Alfredo López Negrete sus ganas de ayudar a quien más lo necesita, fue el impulso necesario para cursar la carrera de medicina, con la cual ha apoyado por nueve años a pacientes de los dos Laredos y hoy durante la celebración del Día del Médico.
“Yo creo que la idea de estudiar medicina siempre va de la mano con ayudar a la gente, siempre el servir al paciente, el tratar de que su salud, en el caso de nosotros como alergólogos, pues tratar de evitar complicaciones siempre fue algo que nos inspiraba, tratar de ayudar a la gente, yo creo que por eso entra uno a esta carrera para tratar de ayudar y servir a quien lo necesita”, explicó el alergólogo pediatra.
El especialista arribó a la ciudad hace nueve años, luego de cursar la carrera de medicina en la Universidad de Monterrey, un posgrado en Pediatría en la Clínica 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Monterrey y realizar una subespecialidad en Alergia e Inmunología Clínica en el Hospital Infantil de México, Federico Gómez.
“(Aquí) vemos adolescentes y adultos, la mayor parte de la consulta es de niños desde los meses de edad que son alérgicos a las proteínas de leche de vaca, que es lo único que consumen, entonces en ese sentido sí atendemos al paciente y obviamente la angustia de los papás cuando un pacientito que está recién nacido con muchas molestias, llantos intensos, no descansa, para los papás es algo preocupante, porque además no sabemos cuál es la razón”, explicó López Negrete.
Como especialista, dijo que buscan el alivio para el paciente y sus padres, pues de no obtener un diagnóstico certero, significa un gasto innecesario en medicamentos y consultas, cuando se desconoce el padecimiento que aqueja al paciente.
El médico dijo que Scuyas alergias pueden llegar a ocasionar la muerte, pero gracias a una atención oportuna, han tenido desenlaces felices.
“En el caso de nosotros un niño que le picó una hormiga y estaba con dificultad respiratoria literal gritaba el niño mamá me muero, cuando le das un tratamiento oportuno y el niño después de un buen tratamiento puede respirar puede hablar otra vez con la mamá y ver la cara de los padres después de la aflicción y desesperación, de pensar que su hijo pueda fallecer a causa de algo que pudiéramos pensar que es insignificante.
“Yo creo que esa es la satisfacción más grande, poder evitar complicaciones, evitar problemas más severos eso te da muchas satisfacciones como médico y creo que eso hace que valga la pena las horas de desvelo, de guardias, el estudio, yo creo que esa es la satisfacción más grande saber que la dedicación que le invertiste se refleja en un paciente sano”, destacó.
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