BÉLGICA.- Como si fuera un virus altamente letal, Europa le sigue la pista al fentanilo, una de las sustancias predilectas de los laboratorios clandestinos del narco mexicano.
El más mínimo brote detectado por los servicios médicos de cualquier localidad de la Unión Europea (UE) despierta la movilización colectiva de los instrumentos al servicio del combate al consumo problemático de drogas, desde policías y equipos forenses, hasta servicios sociales y centros de investigación.
El fentanilo es un opioide sintético extremadamente potente, aproximadamente 100 veces más fuerte que la morfina. Causa preocupación su método de producción. Su alta toxicidad implica un riesgo extremo para los cocineros y los servicios de seguridad que intervienen en el descubrimiento y desmantelamiento de laboratorios. El problema emergió a partir de que narcotraficantes, con precursores procedentes principalmente de India y China, comenzaron a introducirlo en el mercado ilícito como la versión sintética de la heroína, la “reina de las drogas”; llegó al mercado europeo desde Rusia por la puerta de entrada de los países bálticos en 2001, concretamente en puntos remotos de Estonia.
Andrew Cunningham, jefe de la Unidad sobre Mercados, Criminalidad y Reducción de la Oferta del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT), recuerda a El Universal que llegó aprovechando la oportunidad de negocio que se generó por la caída del suministro de heroína procedente de Afganistán a partir de que los Talibanes prohibieron la producción de amapola, la base natural del opio. Esto provocó que Estonia registrara durante muchos años el nivel más elevado de muertes por sobredosis en la UE. Casos aislados y en números limitados se registraron en Alemania, Suecia, Finlandia, Bulgaria, Grecia, Italia y Reino Unido, informó el OEDT en octubre de 2012.
Isabelle Giraudon, analista científica y experta en servicios de tratamiento y reducción de daños del OEDT, explica que Estonia redujo el número de muertos por sobredosis de 170 en 2012 a 40 al año en la actualidad con una política policiaca y de reducción de los daños.
No sólo trabajó con la policía, implementó un programa basado en el suministro de naloxona, un medicamento con el poder de revertir una sobredosis de opioides, capacitó al personal de los servicios sanitarios para salvar vidas y se acercó a los usuarios.
Giraudon dice: “Debemos ser sumamente cuidadosos y no dejar pasar ninguna señal, ningún brote, porque puede suceder y muy rápido, por eso intentamos contar con un sistema de información rápida”. La preocupación es compartida por Cunningham, quien señala que el riesgo es permanente y no se descarta la posibilidad de un fenómeno similar en Europa al de Estados Unidos, en el que los cárteles mexicanos dejaron de producir heroína para vender fentanilo.
“Es mucho más fácil producir drogas sintéticas que cultivar amapola, que reditúa en un cultivo por año y depende del clima y plagas. Esta droga genera un efecto similar y sólo requiere de días de trabajo en un laboratorio (…) Hay un mercado latente, porque si el suministro de heroína se interrumpe, el adicto buscará una alternativa. Si mañana no hubiera heroína disponible en Europa, los adictos de heroína tratarán de hacerse de fentanilo, metanfetamina de crystal, crack o de algún tipo de catinona sintética”.
El último informe del OEDT reporta que en 2020 había un millón de consumidores de opioides de alto riesgo en la UE y 514 mil pacientes en tratamiento sustitutivo de opioides. El consumo de heroína por vía intravenosa está disminuyendo, pero simultáneamente aumenta este tipo de aplicación con anfetaminas, cocaína, catinonas y opioides sintéticos. Supone un peligro adicional el que Europa cuente con la infraestructura para producción de drogas sintéticas. Los laboratorios usados para producir metanfetamina de crystal en Bélgica y Países Bajos con la cooperación de narcos mexicanos podrían hacer la transición al fentanilo.
Cunningham sostiene que varios datos sugieren que hay interés en la producción de fentanilo y sus derivados, principalmente por el factor riesgo-beneficio.
A diferencia de otras drogas, no hay necesidad de producir grandes cantidades debido a que es extremadamente más potente que la droga que intenta imitar.
El experto afirma que no se puede descartar el envío de fentanilo de México o ajustes en la cooperación existente entre el narco mexicano y bandas holandesas en la producción de metanfetamina de crystal.
“Sabemos que se está traficando metanfetamina de México a Europa (…) así que el fentanilo producido en México podría terminar en el mercado europeo. Continúa siendo un riesgo, una amenaza y es algo que estamos dando seguimiento”.
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