CIUDAD DE MÉXICO.- En una sentencia histórica la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a una mujer recluida en un penal de Puebla, para que pueda seguir conviviendo con su hija mayor de tres años al interior de la prisión.
A propuesta del ministro Arturo Zaldívar, la Primera Sala estableció, por unanimidad, una serie de criterios para que la salida de la menor del centro penitenciario sea gradual y progresiva, articulada en una evaluación de las necesidades de ella, en virtud de lo que resulte más favorable para sus intereses.
A lo largo de la presente resolución se ha mostrado que la petición es congruente con lo que dispone el interés superior del menor. En efecto, pocas cosas son tan trascendentales en la vida de una niña pequeña como la relación con su madre; en esa virtud, pocas circunstancias demandan de tanta atención y sensibilidad por parte de las autoridades, como alterar esta unión”, sentenció la SCJN.
Tras analizar el caso, los ministros consideraron que la separación de la hija de su madre se decretó sin evaluar las circunstancias del caso, sin indagar acerca del impacto de la decisión sobre el bienestar psicológico o emocional de la menor y sin considerar la posibilidad de una separación gradual y sensible.
Y es que el artículo 32 del Reglamento de los Centros de Reinserción Social para el estado de Puebla establece que todos los niños que se encuentren viviendo dentro de penal, deberán ser entregados a un familiar que se encuentre en el exterior al cumplir 3 años de edad.
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