COAHUILA.- El oso negro de Frontera, Coahuila, fue rescatado del techo de una vivienda de la colonia Guadalupe Borja el 8 de noviembre pasado.
Ante la sorpresa de la familia, el visitante inesperado se subió a la casa, y ellos ni se dieron cuenta.
El oso estuvo una semana encerrado en una jaula y cuando le abrieron la puerta salió despacio, se notaba que no se quería ir.
Se le veía triste, volteaba a ver a los brigadistas de Protección Civil, Bomberos y policías municipales de Frontera, Coahuila, que lo rescataron.
Estaban ahí quienes le salvaron la vida, cuando casi moría de hambre y traía infectado el hocico por un colmillo quebrado que le colgaba.
Lo llevaron en una “traila” y lo liberaron en un punto de la Sierra Madre Oriental, entre los municipios de San Buenaventura y Nadadores, de la zona Centro de Coahuila.
Andaba muy hambriento, deshidratado, desnutrido
Es el plantígrado que se trepó al techo de una casa y después de que dos expertos de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) lo durmieron con un dardo tranquilizante, lo bajaron y auxiliaron.
Andaba muy hambriento, deshidratado, desnutrido y enfermo, fue noticia en todos lados, la gente se compadeció de él y agradeció a los elementos de PC, bomberos y policías, por haberlo auxiliado cuando casi desfallecía.
Creían que quizá podía morir porque ya tenía un mes merodeando por Frontera, casi sin tragar alimento porque no podía masticar nada.
El director de Protección Civil y Bomberos, Ángelo Eleazar Grimaldo Barboza, informó que después de la cirugía le dieron atención completa.
Un médico veterinario le extrajo el colmillo dañado, le dieron agua y pudo comer hasta que recuperó su peso,
Todo ese tiempo lo estuvieron cuidando en el rancho “Salsipuedes”., del empresario Alonso Ancira Elizondo, dueño de la Siderúrgica Altos Hornos de México S.A. (AHMSA) en Monclova.
Lo curaron, lo alimentaron muy bien, con miel, croquetas para perro… le quitaron las pulgas, la herida de su hocico le cerró y el doctor lo dio “de alta”.
Por eso lo liberaron para que volviera a la sierra, su hábitat natural, pero no se quería ir, volteaba y volteaba a verlos con tristeza y parecía que se iba a regresar y meterse a las rejas de su jaula nueva.
Todos estaban conmovidos, porque el mamífero se engrió y con sus ojos muy tristes caminaba cabizbajo, como esperando a que le hicieran señas para que volviera.
“Se acaba de ir y ya hasta lo extrañamos”
El oso negro de Frontera, Coahuila, fue rescatado del techo de una vivienda de la colonia Guadalupe Borja el 8 de noviembre pasado.
Ante la sorpresa de la familia, el visitante inesperado se subió a la casa, y ellos ni se dieron cuenta.
El mamífero se trepó a pesar de que es grande y pesado, pues mide como dos metros de altura parado.
A los brigadistas les dejó la satisfacción de haberlo salvado: “Apenas se acaba de ir y ya hasta lo extrañamos”, comentó Grimaldo Barboza.
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