NUEVO LAREDO.- La falta de lluvias y el intenso calor le han cobrado factura a los ganaderos de la región y en la experiencia de Sergio González Cerda, ganadero local, esta es una de las más duras pruebas de los últimos 20 años.
“Este año ha estado muy dura (la sequía), yo creo que es la más fuerte que hemos tenido los últimos 20 años. Hemos batallado bastante, como nunca”, dijo don Sergio con tono de cansancio y preocupación.
Comentó que este año han muerto muchos animales, y han tenido que usar diferentes suplementos para ayudar al ganado, ya que desafortunadamente no hay pasto para que se puedan alimentar de manera natural.
“Esperemos que pronto lleguen las lluvias, porque si está la situación muy crítica”, dijo.
Afirmó que en los ranchos la costumbre es “ayudarle al monte”, habilitar praderas viejas, aflojar la tierra para que cuando lleguen las lluvias se mantenga un poco la humedad, para tratar de solventar la falta de agua. Pero falta lo más importante… que lleguen las lluvias.
Además lo cercano de la canícula no da un buen panorama para lo que se viene a la región.
“El calor afecta en todo, aunque en la canícula, como dicen los ganaderos viejos, cuando entra con agua sale con agua”, dijo en tono esperanzador.
Esto con la intención de que vengan las precipitaciones en la dura época de la canícula que abarca los meses de julio y agosto.
“Esperamos que este año no sea la excepción y que nos llueva en julio y en agosto, para que se componga un poco esto”, culminó el ganadero.
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