CDMX.- Para muchas personas es más fácil hablar con mentiras porque así es más sencillo vivir, sin embargo, pareciera que cada familia tiene un miembro que por alguna razón no acata la norma y se sale de la línea para rescatar la verdad que resulta siempre incómoda. Ésta es la propuesta de la obra teatral “El loco y la camisa”.

Ignacio Riva Palacio, quien protagoniza a Beto, el hijo con síndrome de Asperger, habla acerca de esta puesta en escena: “Siempre he pensado que esta obra también es una crítica muy aguda a la sociedad de nuestros días, donde la gente quiere aparentar, es una comedia que te invita a reflexionar quién está más mal: el loco que quiere decir la verdad o la sociedad que no quiere escucharla”.

Para Manuel Balbi, quien da vida a Mariano, el novio que se integra a la familia, es poco el parecido que tiene con su personaje, “muchos de los actores somos en general los incómodos de la familia, aunque también somos mediadores. Este personaje es muy crítico y creo que lucha consigo mismo para encontrar un equilibrio y ahí es en donde a lo mejor me identifico”.

“El loco y la camisa”, que estrena su segunda temporada en el Foro Shakespeare, está conformada además por los actores Mercedes Olea, Marcos García, Sonia Cohuo, quienes se dieron tiempo para comentar cómo se vive esta obra tras bambalinas “literalmente haces una familia, nos llevamos muy bien, empezando porque no se hizo como tal un casting, sino una invitación (a trabajar).”

Para preparar esta representación original del dramaturgo argentino Nelson Valente, el elenco ensaya tres horas diariamente. Los histriones narran que la dificultad de la realización de esta obra, que no cuenta con escenografía, es llevar “un ritmo vertiginoso que te fuerza a tener un nivel de concentración muy grande porque es una obra de actores, lo que pase en escena resulta ser la protagonista”.

Al cuestionar a Manuel Balbi sobre lo que más disfruta de esta comedia, comenta entre risas, que “la incomodidad de todos los personajes es lo que más disfruto, de verdad es chistosísimo, cuando yo he visto (la obra) como espectador, me divierte mucho su incomodidad, me encanta, eso es lo que más me gusta de esta obra. Aguantar vara es lo que más disfruto”, relata.