Docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquearon hoy lunes inmuebles de gobierno y oficinas del sector educativo en esta ciudad, para exigir la abrogación de la reforma educativa y respaldar a la comisión negociadora magisterial en las negociaciones con el gobierno federal.
A 93 días del paro magisterial, los maestros afiliados a las Secciones 7 y 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) cerraron la Torre Chiapas, un edificio que alberga oficinas de Relaciones Exteriores, Hacienda Estatal, Turismo y del Sistema de Agua Potable, entre otras.
Los manifestantes ocuparon también el edificio de la Secretaría Estatal de Educación, las oficinas de Planeación Educativa, las instalaciones de Educación Federalizada y del Instituto Nacional de Evaluación, ubicados en diferentes zonas de Tuxtla Gutiérrez.
Otros grupos de maestros tenían previsto realizar acciones de “boteo” para recolectar ayuda voluntaria para su movimiento, en el tramo carretero La Pochota, en la entrada poniente y la caseta de peaje de Chiapa de Corzo, en la carretera de cuota de Tuxtla Gutiérrez- San Cristóbal de las Casas.
La toma de las oficinas gubernamentales y educativas se programó de las 09:00 a las 21:00 horas. Una acción similar se prevé para mañana martes.
A partir de ayer domingo la Coordinadora convocó a sus bases de toda la entidad a concentrarse en los campamentos del “plantón” en el zócalo y el centro de la capital de Chiapas, y se declaró en alerta máxima “ante probables riesgos de represión gubernamental”.
Esto, tras emplazar al gobierno federal a que resuelva la demanda central del movimiento disidente, que es la abrogación de la reforma educativa, y advirtió que de esa respuesta dependerá el inicio del ciclo escolar, 2016-2017, el próximo 22 de este mes o el endurecimiento de las acciones magisteriales.
Los dirigentes Pedro Gómez Bahamaca y Manuel Mendoza Vázquez aseguraron que a tres meses de las movilizaciones en Chiapas y ante posibles “provocaciones” del gobierno la CNTE mantendrá su “insurgencia” pacífica y propositiva.
El magisterio disidente se declaró en paro laboral y “plantón” indefinido el 15 de mayo. Desde entonces ha mantenido un plan permanente de movilizaciones con bloqueos carreteros, de puentes fronterizos, casetas de peaje, y ocupado edificios públicos, plazas y centros comerciales, así como medios de comunicación.
