Nacional

CancA?n, de ser el paraA�so, se convirtiA? en el infierno

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julio 17 2017, 11:16 am

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CANCAsN.- La disputa de cA?rteles por CancA?n recrudeciA? la sensaciA?n de inseguridad en la ciudad y cambiA? los hA?bitos de residentes y turistas. Hasta hace una dA�cada, por las calles de CancA?n podA�a caminarse durante las noches y las madrugadas sin temor; parejas, familias y grupos de amigos disfrutaban de la vida nocturna de la ciudad, en restaurantes, bares o discotecas, sin que la hora fuese un problema. Hoy lo es. La gente ha prescindido de la realizaciA?n de actividades antes cotidianas, por miedo a ser vA�ctimas de algA?n delito o de verse inmiscuidos en hechos violentos.

Un diagnA?stico en materia de seguridad pA?blica y gobernabilidad, encargado por el gobierno de Quintana Roo a Lantia Consultores en 2016, es crudo y directo: Hay presencia de cA?rteles, cA�lulas y bandas criminales locales, particularmente en los municipios de Benito JuA?rez, Solidaridad, OthA?n P. Blanco, Cozumel y Felipe Carrillo Puerto; es decir, casi en la mitad del estado. Los ubicados son el CA?rtel del PacA�fico y el CA?rtel Jalisco Nueva GeneraciA?n (CJNG), que operan en CancA?n y en Chetumal; sus cA�lulas se movilizan en otros municipios.

Ese mismo diagnA?stico a��citado en el Programa Estatal de Desarrolloa�� revela que existen grupos criminales locales “en ocasiones relacionados con actores o grupos polA�ticos”, que se dedican al trA?fico de mercancA�as, personas, piraterA�a, comercio informal y narcomenudeo”.

El documento confirma las declaraciones hechas por militares, luego del ataque a la fiscalA�a general, en enero pasado, en torno a la existencia del llamado CA?rtel de CancA?n, compuesto por desertores de otros cA?rteles.

La ciudad de 10, del alcalde Verde

El lema de campaA�a del actual presidente municipal de Benito JuA?rez, Remberto Estrada (PVEM), quien entrA? en funciones en septiembre pasado, fue hacer de CancA?n, una ciudad de 10; sin embargo, la violencia no cesa. En lo que va del aA�o suman 75 homicidios; los asaltos a transeA?ntes, negocios o instituciones bancarias y balaceras son cada vez mA?s recurrentes e incluso ataques a la fiscalA�a, atentados y homicidios de policA�as, como el ocurrido el pasado 8 de julio, cuando un oficial municipal fue acribillado en una colonia popular.

La Encuesta Nacional de VictimizaciA?n y PercepciA?n sobre Seguridad PA?blica (ENPIVE) 2016, que realiza el Inegi, indica que 57.5% de la poblaciA?n percibe la inseguridad y la delincuencia como los problemas mA?s importantes del estado. Le siguen el desempleo con 40.8% y la corrupciA?n con 35.7%. Advierte que existen 10 actividades que los habitantes de este destino realizaban cotidianamente, pero que han dejado por el miedo a ser vA�ctimas de algA?n delito.

En el CancA?n de 10: 69.9% de los habitantes dejaron de usar joyas y 52.7% dejaron de llevar dinero en efectivo. AdemA?s, 36.3% ya no sale a caminar, 33.4%, no toma taxi y 31.7% ya no porta tarjetas de crA�dito. La lista sigue, 28.2% ya no visita a parientes o amigos, 20.8% ya no salen a comer, 24.4% dejA? de ir al cine y 52.5% no sale por las noches.

Al hablar sobre este panorama, la criminA?loga, MA?nica Franco, seA�ala que la realidad es que la sensaciA?n de miedo ha aumentado entre las y los cancunenses. “La integridad sicolA?gica ha sido afectada y la percepciA?n de inseguridad ante el aumento de la violencia es innegable”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la tambiA�n investigadora identifica tres razones que explican el trance por el que atraviesa CancA?n. Una de ellas, el debilitamiento institucional, que aumentA? en los A?ltimos seis aA�os.

“Hubo un abandono casi total al mantenimiento de la infraestructura de seguridad, porque aunque entraron millones de pesos por parte de la federaciA?n, el dinero no se usA? o se utilizA? de forma ineficaz. Cuando no tienes para la gasolina de patrullas, ni equipamiento para los policA�as, ni papelerA�a, no puedes esperar nada mA?s que lo que hay”, dijo.

El segundo factor es la corrupciA?n, que permea a todos los niveles y cuyas consecuencias suelen traducirse en impunidad para quienes delinquen, provocando desconfianza, recelo y “un divorcio” entre la autoridad y la ciudadanA�a. El tercero es la operaciA?n del crimen organizado y de cA?rteles de la droga que ademA?s se sembrar terror y ejercer el control, se infiltran en las corporaciones policiacas, pervirtiA�ndolas.

NA?mero que no checan con la realidad

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad PA?blica (SESNSP) indica que en cinco aA�os delitos como el secuestro, disminuyeron, entre 2011 y 2015, pasando de 21 a cinco casos. Hasta septiembre de 2016 hubo un solo plagio.

El delito de homicidio doloso tambiA�n bajA? entre 2011 y 2014, pero repuntA? en 2015 al incrementarse en 33%, respecto al aA�o anterior. Por ejemplo, en 2011 se registraron 269 homicidios dolosos y en 2016, hubo 97 casos.

La extorsiA?n tuvo apogeo entre 2012 (229) y 2014 (260); pero en 2015 bajA? 44%, cuando se registraron sA?lo 116 casos.

Al conocer los nA?meros, Gabriela a��por seguridad omitimos los apellidosa��, coordinadora de carrera en una universidad de la ciudad, las cifras le importan poco. Para ella lo que vale es aquella tarde de mayo que llegA? con su madre y su hija a casa y se topA? con que habA�a sido vA�ctima de la delincuencia, lo que la inundA? de miedo, enojo y frustraciA?n.

Vanessa dejA? de sentirse en el paraA�so desde que se percatA? de que en la cuadra en la que vive con su familia, recurrentemente hay homicidios, se montan cateos y operativos policiacos o aprehenden a alguna persona.

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