MONTERREY.- Las presas que abastecen a la zona metropolitana ganaron al fin incrementos notables en sus niveles de almacenamiento en dos días consecutivos de lluvias abundantes.
La presa La Boca llegó a 60.96 por ciento, El Cuchillo a 51.08 y Cerro Prieto que solo tenía 1 por ciento amaneció este martes al 7.80 por ciento de su capacidad.
En contraste a las buenas noticias, que han acarreado las recientes lluvias, Protección Civil del Estado confirmó la muerte de una persona de la tercera edad que falleció en su cama, acompañada de su mascota, (un perrito), al registrarse debido a la humedad, un deslave en un cerro provocando el desplazamiento de tierra y rocas que cayeron sobre su vivienda. Cerca de la víctima estaba otra mascota que no fue afectada por el derrumbe.
Asimismo, PCNL con apoyo de un helicóptero, organizó brigadas de búsqueda para tratar de localizar a personas que están reportadas como desaparecidas y que según testigos fueron arrastradas por corrientes de agua.
“Estas lluvias por fin nos van a dar un respiro”: Samuel García
El gobernador Samuel García Sepúlveda destacó “esta es la noticia del día, estamos muy contentos, estas lluvias al fin nos van a dar un respiro”, por el nivel que registran los embalses y porque siguen los escurrimientos, además que se pronostican más lluvias para los días siguientes.
El mandatario había señalado el lunes que con el aumento en el nivel de las presas y las expectativas de más lluvias, estaba próxima la normalización en el suministro para la población de la zona metropolitana que ha sufrido cortes diarios en el abastecimiento desde el pasado 22 de marzo. Incluso este día continuó la restricción de agua potable a un horario de cinco de la mañana a doce del mediodía.
Esa probabilidad se fortalece por la recuperación de Cerro Prieto, ya que desde el pasado once de julio se suspendió la extracción de sus caudales, al quedar con menos del uno por ciento en su almacenamiento.
Las lluvias registradas en la última semana de agosto y lo que va de septiembre, han representado un alivio ante la extrema sequía que pasó la entidad desde finales de 2021, como señalan las estadísticas de la Comisión Nacional del Agua.
Las precipitaciones promedio acumuladas en Nuevo León entre enero y julio de este año fueron de apenas 121.2 milímetros, muy por debajo de los 313.7 milímetros que se contabilizaron en el mismo periodo del año anterior, que de por sí con los 497.7 milímetros en sus doce meses, fue el octavo año más seco desde 1985.
Las lluvias acumuladas en agosto pasado alcanzaron los 81.1 milímetros, superando los 43.2 milímetros que se contabilizaron en el mismo mes del año anterior. Así, en el periodo enero-agosto de 2021 las precipitaciones fueron de 356.9 y en el mismo periodo de 2022 sumaron 202.3 milímetros, todavía 154.6 milímetros menos.
La situación ha mejorado en cuestión de días, pues en lo que va de septiembre, ya se habrían superado las precipitaciones acumuladas a lo largo del mismo mes del año anterior, cuando alcanzaron apenas 42.1 milímetros, pues según los registros de estaciones pluviométricas de la CNA distribuidas en distintos municipios de la entidad, algunas de ellas han rebasado los cien milímetros en periodos de 24 horas, incluso ubicándose por arriba de los 150 milímetros.
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