Un drone estadounidense abatió al jefe de una facción de los talibanes en Pakistán

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AFGANISTÁN.- El jefe de una facción de los talibanes paquistaníes murió en el bombardeo de un drone estadounidense, declaró este jueves a la AFP un vocero de la organización.

“El líder de nuestra organización Yamaat ul Ahrar, Umar Jalid Jorasani o Umar Mansoor, que había sufrido graves heridas durante un reciente ataque de un drone estadounidense en la provincia de Paktia en Afganistán, murió el miércoles por la noche”, declaró a la AFP por teléfono Asad Mansoor.

“Al menos nueve colaboradores cercanos de Jorasani también murieron en este ataque”, agregó.

La organización Yamaat ul Ahrar había reivindicado numerosos ataques mortales en Pakistán, entre ellos el ataque en un colegio gestionado por el Ejército en la ciudad de Peshawar, en el que murieron 135 personas, entre ellos 25 niños, en diciembre de 2014.

También estuvo detrás del asalto a una universidad en el norte de Pakistán en el que murieron 25 personas, entre ellas varios estudiantes, profesores y guardias de seguridad, en enero de 2016.

Tras la masacre del colegio, el ex primer ministro paquistaní Nawaz Sharif levantó a finales de 2014 la moratoria que pesaba sobre la pena de muerte y se aprobaron tribunales especiales para casos de terrorismo, con unas 400 ejecuciones hasta ahora.

Además, provocó la intensificación de la operación militar en las zonas tribales contra el TTP, que continúa en la actualidad con nuevos operativos.

Presión internacional contra los Haqqani

El lunes, dos ataques de drones estadounidenses en una zona tribal de la frontera afgano-paquistaní mataron al menos a 26 personas, entre ellas a combatientes de la red extremista Haqqani, una de las facciones más virulentas de los talibanes afganos considerada responsable de sangrientos atentados contra las fuerzas de la OTAN en los últimos años.

Washington acentuó en los últimos meses la presión sobre Pakistán para que reprima a los Haqqanis, sospechosos desde hace tiempo de mantener lazos con los servicios secretos paquistaníes, un factor que dañó las relaciones diplomáticas entre Pakistán y Estados Unidos.

Islamabad niega ser débil en la lucha contra los movimientos extremistas y acusa a Washington de ignorar las miles de vidas paquistaníes perdidas en la lucha contra el terrorismo.

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