No hay mañana. Tigres requiere sí o sí sacar la victoria para mantener la esperanza de Liguilla. Enfrente, unos Dorados que prolongan su agonía y que para mantenerse con vida deben ganar.
La cancha del San Nicolás de los Garza recibe, como cada partido, con ansias, apoyo y algarabía a los pupilos de Ricardo Ferretti, que si bien están del todo conectados con su afición, están en riesgo de quedar fuera de la Liguilla y olvidar la posibilidad del bicampeonato.
Tigres marcha como noveno en la liga con 17 unidades. Ganar es vital para intentar escalar, esperando algún descalabro de sus rivales directos.
Del otro lado de la cancha, los pupilos de José Guadalupe Cruz, a quienes se les debe reconocer el corazón que han metido en cada uno de sus últimos duelos.
Parece una misión prácticamente imposible, pero mientras haya alguna posibilidad, los dirigidos por “El Profe” buscarán a toda costa mantenerse en primera división, aunque en ello ya no tengan margen de error.