NUEVO LAREDO.- El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ha detectado que dos de cada 10 menores de la ciudad sufren algún tipo de violencia, principalmente psicológica, dado que los padres de familia atraviesan problemas económicos, laborales, o personales y descargan todo sobre el infante.
Silvia Castro, psicóloga del Sistema DIF Municipal, comentó que toda la población es vulnerable, tanto niños niñas y adolescentes y sin duda todos son casos delicados, por lo que al acudir al DIF reciben un trato digno y de confidencialidad.
“Lamentablemente la violencia es común, porque no sólo se refiere a lo físico, hay diferentes tipos, el descuido y maltrato donde no necesariamente tiene que haber golpes o lesiones, sino desde el silencio, no hablar con el niño, ignorarlo, no atender su cuidado, alimentación”, aseguró.
Destacó que tiene mucho que ver la situación en la que está la familia, la relación que tienen los padres, si es de unión o si están separados o atravesando situaciones de divorcio, y todo esto repercute en el menor.
“Muchas veces ni el adulto sabe cómo resolver su situación e indirectamente terminan afectando al niño. Cada niño tiene situaciones de afrontamiento diferente, y puede repercutir a corto, mediano o largo plazo. En un promedio de 10 casos dos son de violencia”, finalizó.
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